El grupo español Wallbox cayó en bolsa más de un 7% el pasado miércoles 11, tras dar a conocer sus resultados del primer trimestre. Y es que a pesar de triplicar ingresos y disparar ventas de cargadores (+180%), aún no es rentable.

El líder europeo en soluciones de recarga para coches eléctricos, fundado en Barcelona en 2015, debutó en la bolsa de Nueva York a principios del pasado octubre a 9,45 dólares (unos 9 euros), tres meses después se apuntó al ‘modelo Cellnex’, duplicando su valor hasta 17 dólares (algo más de 16 euros). Sin embargo, este buen rumbo en el parqué neoyorquino se ha trastocado en 2022, porque desde enero, la cotización de Wallbox acumula una depreciación del 35%. El motivo se desconoce, pero quizá haya influido el hecho de que el contexto del sector automovilístico mundial sigue siendo complicado: aún no se ha recuperado de la crisis Covid, se ha sumado la crisis de chips -que está lastrando la producción-, y a esto se añadido el incremento del precio de las materias primas y de los costes de la energía, y la guerra en Ucrania.

Enric Asunción, CEO de Wallbox, ha subrayado que “a pesar de un contexto geopolítico complicado y de las continuas interrupciones de la cadena de suministro mundial, Wallbox sigue teniendo un rendimiento excepcional y ha superado las expectativas para el primer trimestre de 2022

Wallbox ha triplicado sus ingresos, hasta 28,3 millones de euros, y también ha disparado sus ventas de cargadores (+180%), a 51.000 unidades. Por lo que si los siguientes trimestres, estas magnitudes evolucionan igual de bien que en el primero, podría superar las cifras obtenidas en el conjunto de 2021, cuando ingresó 78,5 millones (+264%) y vendió129.000 cargadores, un 261% más que el año anterior.

Sin embargo, Wallbox aún no es rentable, porque ha tenido unas pérdidas operativas de 19,4 millones hasta marzo por el esfuerzo inversor, frente a las pérdidas netas de 68,1 millones y el Ebitda ajustado negativo de -50 millones que registró en todo el año 2021. Y ojo, porque cuando presentó sus últimos resultados anuales ya apuntó que no preveía que el Ebitda cambiara a signo positivo hasta 2024, así que los accionistas (entre ellos Iberdrola -que invirtió en 2019- y Seaya Ventures) tendrán que tener paciencia. Eso sí, Enric Asunción, CEO de Wallbox, ha subrayado que “a pesar de un contexto geopolítico complicado y de las continuas interrupciones de la cadena de suministro mundial, Wallbox sigue teniendo un rendimiento excepcional y ha superado las expectativas para el primer trimestre de 2022. Me enorgullece compartir estos resultados récord, que ponen de manifiesto nuestro continuo compromiso con la ejecución de nuestro plan de negocio”.

Eso sí, el líder europeo en soluciones de recarga para coches eléctricos ha logrado unos márgenes brutos del 41,4% y cuenta con 157 millones de caja. Y las buenas noticias no acaban ahí, porque ha aumentado su plantilla en 104 personas, hasta cerca de las 1.000, y ha inaugurado su tercera fábrica, en la Zona Franca de Barcelona: ya tiene dos en Cataluña, otra en China a través de una joint venture (proyecto conjunto) con otro socio, y próximamente abrirá una en Texas (EEUU) que empezará a producir en otoño. Además, recientemente, ha presentado un nuevo acuerdo con Iberdrola para la compra de sus primeros cargadores super-rápidos (unos 10.000), y es que la eléctrica no sólo está entre sus accionistas sino también entre sus clientes, pues en los últimos tres años ha comprado unos 20.000 cargadores a Wallbox por unos 10 millones de euros.