La eólica marina hace aguas con Donald Trump, que en su segundo mandato al frente de la Casa Blanca, ha criticado dicha energía en varias ocasiones… Un contexto desafiante que sufre Orsted, pues este lunes cae un 17% en bolsa, al suspenderse un proyecto que estaba al 80% de su construcción.

Se trata del proyecto Revolution Wind, que se levantaba cerca de Rhode Island y ascendía a unos 1.283 millones de euros. Estaba al 80% de su construcción, la cual debía terminar el próximo año, pues ya se habían instalado todos cimientos marinos y 45 de las 65 turbinas eólicas, según ha informado Orsted. Todo ello, con la vista puesta en producir electricidad para 350.000 hogares en Rhode Island y Connecticut.

La suspensión de trabajos ha sido emitida por la Oficina de Gestión de Energía Oceánica (BOEM) -que depende del Departamento de Interior-, aludiendo a preocupaciones de seguridad nacional, según informa Reuters, meses después de haber detenido otro proyecto (en concreto, uno de Equinor) el pasado abril, aunque la decisión se revocó en mayo. Cabe recordar que dicha oficina busca proteger la seguridad nacional estadounidense y evitar “la interferencia con los usos razonables de la zona económica exclusiva, alta mar y los mares territoriales, según ha referido su director interino, Matthew Giacona. Por su parte, The National Ocean Energy Industries Association (la cual agrupa a empresas de la industria eólica marina) ha advertido que parar un proyecto en un desarrollo tan avanzado haría peligrar empleos e inversiones.

La noticia no llega en un buen momento para Orsted y el mercado castiga con una caída del 17%, después de que hace dos semanas lo hiciera con un desplome del 28% después de que Trump cancelara el desarrollo de nuevos proyectos eólicos marinos. Ante este contexto, a pesar de registrar buenos resultados en el primer semestre, la energética danesa anunció una ampliación de capital por unos 8.000 millones de euros para fortalecer su estructura de capital. Este último movimiento deberá ser aprobado por sus accionistas en una junta extraordinaria que se celebrará el próximo 5 de septiembre y, por ahora, ya se conoce que el Estado danés (dueño del 50,1% del capital) acudirá a la ampliación para mantener su participación.

A la paralización del proyecto Revolution Wind, se une el hecho de que hace dos semanas, suspendió la venta parcial del proyecto Sunrise Wind por falta de socios. En lo que va de año, la energética danesa, que es la mayor promotora mundial de eólica marina, se ha depreciado un 46% en bolsa. En todo esto ha influido, y mucho, la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Al inicio de u segundo mandato, suspendió los nuevos contratos de arrendamiento de eólica marina y hasta llegó a decir que era: “la energía más cara, sólo funciona con enormes subsidios gubernamentales, que ya no pagaremos”. Además, no olviden que Trump retiró, otra vez, a su país del Acuerdo de París.

A finales del pasado julio, en su viaje a Escocia, donde se reunió con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente de EEUU insistió en que los molinos de viento en el mar “son un vergüenza, muy destructivos y malos para la gente”, también aludió a que han aumentado las muertes de ballenas, son “monstruos feos” y han destrozado el paisaje europeo. Entre sus declaraciones, Trump llegó a referir que iba a “ir a uno de los mejores campos de golf del mundo, veo el paisaje y pienso: qué vergüenza”, también señaló “veis estos molinos de viento por todas partes, arruinando vuestros hermosos campos y valles y matando a vuestros pájaros, y si están metidos en el océano, arruinando vuestros océanos” y subrayó que “es la peor forma de energía, la más cara, los molinos de viento no deberían estar permitidos”. 

La paralización del proyecto Revolution Wind no sólo ha afectado a la cotización de Orsted, sino también a la de otras muchas energéticas. Por ejemplo, la española Acciona Energía (-3,8%) y su matriz, Acciona (-3%), la danesa Vestas (-3,45%),... y en menor medida, el fabricante de aerogeneradores alemán Nordex -que tiene de primer accionista a Acciona, aunque aún manda mucho la familia germana Quandt- (-1,49%). Eso sí, la petrolera noruega Equinor (la antigua Statoil y ya no sólo se dedica al crudo), que sufrió el parón de un proyecto eólico marino en EEUU en abril y la revocación de dicha decisión en mayo, sube más de un 1% en bolsa.