Los aranceles pactados entre Ursula Von del Leyen y Donald Trump entraron en vigor este jueves, aunque la CE sostenía que la fecha era el viernes 8. Da lo mismo. Junto a los de la UE, también comenzaron a aplicarse los de China y Reino Unido, además de los acordados entre EEUU y Japón, Corea del Sur, Filipinas, Indonesia, Vietnam y Pakistán.
“Es medianoche. Miles de millones de dólares en aranceles están fluyendo a los Estados Unidos de América”, escribió la pasada madrugada Donald Trump en su red social Truth.
Lo cierto es que, además de los pactados, también comenzó a aplicar los aranceles unilateralmente impuestos a países como India, Brasil, Venezuela, Sudáfrica o Suiza, por no llegar a ningún acuerdo con ellos.
El objetivo, según el propio Trump, es reducir el déficit de EEUU. Ya veremos si lo logra. De momento, lo que ha provocado es la crítica del universo progre, que le acusa de amenazar con más aranceles incluso después de pactarlos, cuando en realidad lo que ha hecho el presidente de EEUU es recordar el acuerdo con Bruselas y las consecuencias -aplicar el 35%- de no cumplirlo.
Sea como fuere, los aranceles son positivos, como hemos explicado en Hispanidad, aunque se le hayan ido de las manos a Trump. Fortalecen la industria nacional, detienen el colonialismo económico, principalmente el de la tiranía comunista china y promueven el comercio de proximidad.
En este contexto, tan incierto para la mayoría, la bolsa española ha continuado su tendencia alcista, este jueves.












