En 2020 no sólo hubo Covid-19, sino que también aumentó el consumo doméstico de alimentación, y entre otras cosas, hubo mucho fuet espetec y pizzas. Por eso Casa Tarradellas logró beneficio neto y ventas récord en el año de la pandemia.

En concreto, la compañía catalana de alimentación fundada en 1976 por Josep Tarradellas Arcarons (quien figura en la posición 140 entre los más ricos de España) y con sede en Gurb (Barcelona) ha ganado 26,8 millones de euros en 2020, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil y a las que ha accedido Cinco Días. Una cifra un 8% superior a la del año anterior y un máximo histórico, al que hay que sumar otro: ha superado por primera vez los 1.000 millones de facturación, llegando a los 1.062 millones (+8%) y doblando la que tenía en 2008.

En 2017, sufrió boicot por ser una empresa catalana, pero señaló que preferían mantenerse al margen del tema independentista, porque se dedicaban a la “elaboración de alimentos, no a temas políticos”

En esta evolución ha tenido su efecto la alianza que tienen con Mercadona, para la que elaboran pizzas y espetecs que luego la compañía de distribución que dirige Juan Roig y es líder en cuota de mercado en España vende bajo la marca Hacendado. En los primeros años de su historia, Casa Tarradellas creó uno de sus productos estrella (el fuet espetec) y su otro hito innovador en alimentación fue poner a la venta la primera pizza fresca en nuestro país en los años noventa. En su página web, destaca que “somos agricultores y ganaderos, descendientes de personas que cultivaron la tierra, criaron ganado, y posteriormente descubrieron cómo convertirlos en sabrosos alimentos”, defendiendo que “somos fieles seguidores de esta tradición”. El año pasado también consolidó el acuerdo para comprar el 60% del grupo cárnico europeo Herta Foods a Nestlé (que se ha quedado con el 40% restante).

Actualmente, Casa Tarradellas fabrica pizzas frescas y rellenas, fuet espetec, masas frescas, sándwich mixto, patés y loncheados de bacon y jamón york. En su memoria financiera ha destacado que no ha reducido ni personal ni actividad, ni ha solicitado ayudas públicas por el Covid-19, y que ha colaborado con instituciones públicas y privadas. Hace años, en 2017, sufrió boicot por ser una empresa catalana, pero señaló que preferían mantenerse al margen del tema independentista, porque se dedicaban a la “elaboración de alimentos, no a temas políticos”.