¿El mundo en recesión? Cada vez más voces apuntan que sí y que llegará en los próximos meses, no desde el Gobierno Sánchez, por supuesto, para el que todo va viento en popa, a pesar de que el exceso de deuda -agravado por el elevado gasto público- llevará a España a la ruina. Hasta el presidente francés, Emmanuel Macron, habla de que “estamos viviendo el fin de la abundancia”. Y a todo esto se suma Ford, que ha revisado sus previsiones de producción en Europa y ha renunciado a la ayuda del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Vehículo Eléctrico y Conectado en España, donde tuvo pérdidas en 2021, y se sigue viendo afectado por la crisis de chips que afecta al sector automovilístico mundial.

Un tropiezo dentro de los PERTE, de los que tanto presume el Sanchismo y que ha lanzado en varios sectores a bombo y platillo. Pero no es oro todo lo que reluce: se trata de subvenciones y préstamos que están vinculados a los fondos comunitarios Next Generation EU. Y es que Pedro Sánchez y compañía no han optado por usar los fondos europeos para lo único que deberían utilizarse: para reindustrializar España, sino para repartir subvenciones. En el caso del automóvil, el Gobierno presumía de que todos los grandes fabricantes estaban representados en alguno de los proyectos presentados y que benefician a 15 autonomías: ha recibido solicitudes de 13 proyectos tractores por valor de 5.927 millones euros de inversión subvencionable conformados por 487 proyectos primarios que involucran a 327 empresas; los cuales movilizarán inversiones de 11.855 millones, entre ayudas públicas y financiación privada. 

Ford eliminará 3.000 empleos en EEUU, Canadá e India, en su transición hacia el coche eléctrico. En el viejo continente, por ahora, no hay anuncios similares, pero el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, habló de que habrá que ajustar la estructura para adaptarse a la nueva realidad

Ford ha anunciado que eliminará 3.000 empleos en EEUU, Canadá e India, dentro de su transición hacia el coche eléctrico. En el viejo continente, por ahora, no hay anuncios en ese sentido, pero el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, ya habló de que habrá que ajustar la estructura para adaptarse a la nueva realidad, dentro de la que España tendrá protagonismo: se eligió la planta de Almusafes (Valencia) para fabricar coches eléctricos. Y el plan sigue vigente, aunque han cambiado los plazos: Ford ha revisado las previsiones de producción europea, y con ello, la española, por lo que no podrá aprovechar los 106,3 millones (68,5 millones en subvenciones y 37,8 millones en préstamos) a los que optaba del PERTE, que exigían desembolsos antes de 2026.

En paralelo, se ha conocido que Ford España entró en pérdidas en 2021, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil y que recoge El Economista. De hecho, perdió 34,8 millones, frente al beneficio de 6,14 millones del año anterior y lejos de los 110,1 millones ganados en 2019. En esto influyó la falta de chips, que no sólo lastró la producción de coches (-28%), sino también las ventas (-13,2%) y por ende, los ingresos (5.553,8 millones, un 16,5% menos). Y de cara a este año, el panorama en nuestro país no es mucho más halagüeño, donde el automóvil sigue en crisis profunda: hasta julio se vendieron 481.131 unidades, un 11% menos que hace un año y un 40% menos que antes del Covid-19. Además, en el conjunto global, a Ford, como a Amazon, le está saliendo cara su inversión en el fabricante de coches eléctricos Rivian, que tiene un fuerte desplome bursátil: ha tenido unas pérdidas de 2.394 millones en el primer semestre, frente a los 3.747 millones que ganó hace un año, a pesar de haber mejorado beneficio operativo y ventas y de haber obtenido ganancias en su segundo trimestre.