The Walt Disney Company ha disparado su beneficio neto hasta los 1.564 millones de euros en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal (octubre a junio), frente a los 1.835 millones que perdió hace un año. Por tanto, la situación casi se ha dado la vuelta en cuanto a ganancia, pero los ingresos aún son un 3,5% inferiores, situándose en 41.645 millones, pese al auge del streaming.

El gigante estadounidense de ocio y entretenimiento ha cuadruplicado la facturación de sus parques en su tercer trimestre fiscal (abril a junio), a 3.698 millones, pero tiene una caída del 22% en el conjunto de los nueve meses, situándose en 9.458 millones. Por su parte, la división de medios y entretenimiento factura 32.187 (+4%) millones entre octubre y junio, de los que 10.803 millones (+18%) corresponden al tercer trimestre fiscal.

En número de suscriptores, la factoría de Mickey Mouse sigue creciendo. En concreto, Disney+ ya tiene 116 millones de abonados, frente a los 57,5 millones de hace un año; ESPN+ ha pasado de 8,5 millones a 14,9 millones; y Hulu ha subido de 35,5 millones a 42,8 millones.

Disney no ha renunciado a la agenda LGTBI, pues es un buen discípulo del Nuevo Orden Mundial, apostando por la ideología de género y el ateísmo. Tampoco renuncia a lo políticamente correcto, aunque eso a veces suponga caer en la idiocia 

Paralelamente, Disney ha roto definitivamente con la actriz Scarlett Johansson: la protagonista de Viuda Negra se quejó de que la película se había estrenado al mismo tiempo en cines y en Disney+, por lo que recibió mucho menos dinero del que esperaba y demandó a Disney. Esto no gustó en el estudio de cine, que criticó “su insensible desprecio por los horribles y prolongados efectos globales de la pandemia de Covid-19” y canceló sus próximos proyectos (entre ellos, la película La Torre del Terror). Un asunto que ahora se decidirá en los tribunales. Asimismo, hay una nueva víctima de la factoría de Mickey Mouse: tras Lindsay Lohan, Demi Lovato, Britney Spears, Bella Thorne o Miley Cyrus, ahora Selena Gómez reconoce que su fama infantil le robó la vida. “Renuncié a mi vida en favor de Disney siendo muy joven, y no sabía lo que estaba haciendo. Simplemente, me dedicaba a correr por el set de rodaje”, ha subrayado Gómez en la presentación de la serie Only murders in the building (la cual emite Hulu, plataforma de streaming que también pertenece a Disney). ¡Curioso! Y además, ya ha anunciado que estrenará la película Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos exclusivamente el cines el próximo 3 de septiembre… parece que no quiere más casos como el de Scartlett Johansson.

Conviene recordar que los números no han hecho que Disney renunciara a la agenda LGTBI, que ya se ha visto en numerosos ejemplos (entre ellos, Jungle Cruise, su primera película con protagonista gay), una agenda que despertó las dudas de los inversores hace meses. Es decir, sigue apostando por la "corrupción de los menores", en palabras del líder de Vox, Santiago Abascal. El gigante de ocio y entretenimiento es un buen discípulo del Nuevo Orden Mundial (NOM) y por eso sus contenidos ya no son tan inocentes como deberían, sino que más bien se han convertido en adoctrinamiento debido a la apuesta por la ideología de género (feminismo y homosexualismo) y por el ateísmo (mucho panteísmo y nada de Dios). Claro que tampoco renuncia a lo políticamente correcto, a pesar de que a veces le suponga caer en la idiocia: señaló las películas DumboPeter PanLos Aristogatos y La Dama y el vagabundo por racistas y decidió bloquear las tres primeras a los menores de 7 años.