Digi continúa creciendo en número de clientes, pero a costa de aumentar la deuda y reducir el ARPU hasta niveles casi insostenibles
Si funciona, no lo cambies. Digi continúa con su modelo de negocio que consiste en crecer a gran velocidad a costa de endeudarse cada vez más. Ese modelo ya lo hemos visto antes en España y siempre culmina de la misma manera, esto es, con la venta y el consiguiente pelotazo del vendedor.
La operadora rumana, de momento, continúa creciendo en España, con unos ingresos de 465,7 millones de euros hasta septiembre, un 30,6% más que el año anterior, según las cuentas publicadas este martes. El Ebitda alcanzó los 92,27 millones, un 84% más. También aumentaron los costes operativos, como es lógico por el despliegue de fibra, y lo hicieron un 22%, hasta los 373 millones. Lo que no aumentó fue el Arpu -ingresos por cliente-, que cerró septiembre en 9,3 euros, un 2,1% menos que el año anterior.
Todo esto hay que financiarlo y Digi lo hace, principalmente, con préstamos que alcanzaron los 1.203,2 millones de euros, frente a los 1.027,8 millones de diciembre de 2022.
Al CEO del Grupo, Serghei Bulgac, le sigue funcionando el modelo: los clientes de móvil aumentaron un 24%, hasta 4,5 millones y los de banda ancha fija, un 66%, hasta 1,2 millones. En total, Digi tiene en España más de 6,1 millones de clientes, un 33% más que en septiembre de 2022.
Habrá que esperar a las condiciones impuestas en Bruselas a la fusión Orange-MásMóvil, para saber hasta qué punto Digi está dispuesta a pujar por los ‘remedies’. Lo más probable es que sea el principal beneficiado y se convierta en el cuarto operador convergente… dispuesto para el pelotazo final.