La Unión Bancaria Europa, no es que esté inacabada, es que es un fracaso. No se ha logrado culminar ni el fondo de garantía de depósitos europeo ni el sistema de resolución bancaria, ambos asuntos, clave para poder llegar a la meta. Pero aún hay más: como explicó este miércoles José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), desde que se llevó a cabo la unificación europea, los grados de internacionalización bancaria han descendido. Traducido: desde la crisis de 2008, los balances de los bancos europeos tienen menos créditos internacionales que antes, un descenso que se prolongó hasta 2014. Desde entonces se han estancado.

Dicho de otra manera, desde 2008 los bancos se han centrado más en sus mercados nacionales y locales, justo lo contrario de lo que pretende la Unión Bancaria. “Estamos en una situación de debilidad estructural”, sentenció Campa durante su intervención en el XXX Encuentro financiero organizado por Deloitte y ABC.

Sostenibilidad: que sepan que la descarbonización va mal y que tanto la sociedad como los bancos deben acelerar. Así, según Campa, debemos -todos, sociedad y sector financiero- hacer el doble en la mitad de tiempo si queremos cumplir los objetivos verdes europeos. El problema, al menos para los bancos, es que la autoridad competente les está exigiendo transitar un camino que la autoridad competente aún no ha trazado. Eso, asumiendo el discurso ecológico imperante de que vivimos al borde de la extinción.

Campa lo tiene clarísimo acerca del impuesto especial a las entidades: “No es bueno para la banca”.