Hace unas semanas, referimos que Deoleo (dueña de marcas de aceite como Carbonell, Hojiblanca y Bertolli, entre otras) cerró 2022 en positivo, pero ganando un 62% menos. Eso sí, su presidente y CEO, Ignacio Silva, no lo notó, pues cobró 756.000 euros, 33.000 más que el año anterior.

Parece que el productor de aceite de oliva que es líder en el mundo y está controlado por el fondo CVC (dueño del 56,4%) paga bien, pues en total destinó 1.106 millones a remunerar a sus seis consejeros por su papel en la sociedad y en otras sociedades del grupo. Silva, lógicamente, fue el más beneficiado, por sus funciones ejecutivas: recibió una retribución en metálico de 726.000 euros (una remuneración fija de 484.000 euros y una variable a corto plazo de 242.000 euros), a las que sumó 30.000 euros procedentes de otras sociedades del grupo en concepto de coche de empresa, seguro médico, seguro de vida y otros beneficios sociales.

Claro que los cinco consejeros restantes (tres dominicales y dos independientes) también vieron incrementada su remuneración, que ascendió a 70.000 euros. Además, también ha crecido ligeramente la remuneración media de los empleados un 6%, pasando de 50.000 euros a 53.000.