Las Golden Goose son habituales en los pies de Selena Gómez o Taylor Swift
Sucias, sí, sucias. Así se venden las zapatillas Golden Goose que están ‘mega de moda’ y que cuestan un pastizal.
Bien es cierto que no han sido usadas y tampoco están envejecidas por el tiempo. Salen así de fábrica y te cobran nada menos que 500 euros.
Pues bien, el anuncio hecho por Permira reunía a varios banqueros de inversión en Milán, donde se hizo la presentación previa de la futura salida a Bolsa, tal y como cuenta Bloomberg.
Y Bloomberg cuenta además que, los mismísimos banqueros de inversión que se encargaron de hacer la presentación llevaban puestas las zapatillas que muchos compraron expresamente en la ciudad italiana del lujo para lucirlas en el acto.
Se estima que su valoración para empezar a cotizar se sitúe entre los 3.000 y los 4.000 millones de euros.
Por si no lo saben, las Golden Goose son habituales en los pies de Selena Gómez o Taylor Swift.
Permira ya ha impulsado salidas a Bolsa de diferentes calzados. Por ejemplo, en 2021 hizo debutar en el parqué londinense las botas Dr Martens.
Pimco: el panorama para 2024 se complica.
Es una de las gestoras más importantes del mundo y alerta de que, si 2023 ha resistido, las cosas no van a ir bien en 2024.
"El año pasado por estas fechas, preveíamos para 2023 una leve recesión con una inflación aún por encima del objetivo”, explica Tomas Wilding, economista de Pimco y añade que esa leve recesión no se produjo “Las economías desarrolladas, con la excepción de EE.UU., han registrado algo parecido a un estancamiento del crecimiento, mientras que el crecimiento de EEUU. se mantuvo sorprendentemente robusto a un ritmo superior a la tendencia”.
No obstante, y a pesar de que las previsiones no se han cumplido al cien por cien este año, “pensamos que el riesgo de desaceleración en 2024 sigue siendo elevado”.
Será fundamental, según el análisis de Pimco, saber si los bancos centrales “declararán la victoria sobre la inflación” y cuándo empezarán a recortar los tipos de forma preventiva y a normalizar la política monetaria. “La inflación general y subyacente siguen disminuyendo, pero menos en los servicios básicos, sensibles a los salarios, junto con un bajo desempleo” explica Wilding.
Así que, “los bancos centrales no saben si tolerar cierta inflación por encima del objetivo como un coste necesario para mantener la expansión económica".
La reflexión de Christine Lagarde: igual nos hemos pasado de frenada con los tipos
Y no es que lo reflejara así, textualmente, la presidenta del BCE. En las actas de la última reunión el mensaje que lanzó Christine Lagarde fue similar al de los últimos meses: los precios siguen preocupando así que hay que permanecer con la guardia alta.
Sin embargo, en las actas se aprecia un tono diferente en el intercambio de opiniones del Consejo de Gobierno. Hasta tal punto que se han llegado a plantear ser más cuidadosos para no pasarse de frenada con el endurecimiento de la política monetaria, si es que tuvieran de nuevo que activarse las subidas de tipos.
No obstante, esta opción "no forman parte del escenario base", aunque advierten de que las subidas podrían volver "si fuera necesario" y la inflación se desviara de la meta marcada del 2%.
El BCE destaca que "para su reunión de política monetaria de diciembre, el Consejo de Gobierno tendrá nuevos datos sobre el crecimiento del PIB para el tercer trimestre, las cifras de inflación de octubre y noviembre, nuevos datos monetarios y una nueva ronda de proyecciones"