Volvemos a preguntarnos si estamos ante una crisis inmobiliaria y una crisis económica, o de pobreza generalizada. Y es que la vivienda modera su encarecimiento (ya sólo es del 0,6%) en el segundo trimestre, pero las ventas y las hipotecas siguen en caída, según la última estadística Tinsa IMIE Mercados Locales de precios de vivienda nueva y usada.

La vivienda nueva y usada en España es un 4,8% más cara que hace un año y se ha revalorizado un 35% desde el mínimo registrado durante la crisis financiera. El precio medio se ha situado en 1.723 €/m2 entre abril y junio, lo que supone un 0,6% más que el trimestre anterior y la menor tasa de crecimiento trimestral desde el primer trimestre de 2021. Asimismo, dicho precio es un 20,3% inferior a los máximos alcanzados en 2007. Además, según la Sociedad de Tasación, el precio medio de la vivienda nueva se situó en 2.809 €/m2, aún por debajo de los niveles máximos de finales de la burbuja de 2007 (2.905 €/m2). 

Con estos datos, el grupo de valoración inmobiliaria Tinsa confirma que se va consolidando la desaceleración de precios observada desde los primeros meses del año. “Los crecimientos interanuales, aunque positivos, van reduciendo su intensidad, resultado de unas variaciones trimestrales cada vez más tendentes a cero. Todo ello corrobora la tendencia a la estabilización de precios que observamos desde finales del año pasado”, afirma Cristina Arias, directora de su Servicio de Estudios.

Cristina Arias señala que la pérdida de poder adquisitivo de los hogares por la elevada y persistente inflación, unida al rápido encarecimiento de la financiación, está contribuyendo al debilitamiento de la demanda; y que se mantendrá la estabilización de precios durante los próximos meses

Todo ello en un contexto de altos niveles de inflación y subidas de tipos de interés que aún no han terminado, donde el volumen de nuevas hipotecas para la compra de vivienda ha caído en torno a un 25% en los cuatro primeros meses, siendo un 1,4% inferior a los niveles de 2019 y de la media histórica. Por su parte, las compraventas de viviendas se han reducido un 13% en ese mismo periodo, pero se mantienen aún un 9,5% por encima de los niveles de 2019 y de la media histórica. “Esto refleja un mantenimiento de la canalización de ahorros hacia el inmobiliario residencial, con mayor impulso entre los compradores de extranjeros en los primeros meses del año”, explica Arias. Una caída en firmas de hipotecas (-18,3%) y compraventas de viviendas (-8,1%) que también han advertido el Instituto Nacional de Estadística (INE) y los notarios.

Cristina Arias ha señalado que la pérdida de poder adquisitivo de los hogares por la elevada y persistente inflación, unida al rápido encarecimiento de la financiación, está contribuyendo al debilitamiento de la demanda. “Seguimos esperando una moderación de las compraventas a lo largo del año, sin que esto suponga un desplome, ya que a medida que se controle la inflación y se sostenga el empleo el poder adquisitivo de los hogares se irá restableciendo”, ha apuntado. “Esta situación, unida a la previsible oferta moderada por las dificultades coyunturales y estructurales que enfrenta la obra nueva, contribuye al mantenimiento de la expectativa de estabilización de los precios residenciales durante los próximos meses”, ha añadido. 

Islas Baleares se ha situado en el segundo trimestre como la primera comunidad autónoma que ha superado el nivel de precios alcanzado durante el boom inmobiliario, con un precio medio de 2.753 €/m2, un 1% superior al máximo de 2008. Y por capitales, Almería (+10,9 %), Valencia (+10,7 %) y Málaga (+10,1 %) han registrado los mayores aumentos de precio y, por primera vez desde 2005, Madrid ha superado en valor €/m2 a Barcelona.

Y por cierto, recientemente, Fedea ha advertido que la ley de Vivienda alienta la okupación, reduce la oferta e incrementa el precio de los pisos. ¡Bravo, ministra Raquel Sánchez!