Las cuentas de Credit Suisse hasta septiembre estuvieron marcadas por el impacto negativo de 564 millones de francos (unos 530 millones de euros) por litigios, y por los 113 millones (unos 105 millones de euros) del deterioro de activos de York Capital Management. En total, 677 millones de francos que fueron decisivos para que el beneficio del banco suizo cayera un 86% respecto a 2020 y no superara los 435 millones de francos.

De poco le sirvió a la entidad aumentar la cifra de negocio un 5,5% desde enero, hasta los 18.114 millones de francos, y contabilizar 235 millones por la liberación de provisiones y 129 millones por la inversión en la firma Allfunds Group.

El cuarto trimestre será peor todavía y para el banco, que registrará pérdidas tras incluir un impacto negativo de 1.600 millones de francos por la adquisición de Donaldson, Lufkin & Jenrette en 2020.