Marta Álvarez, errática gestión que ha terminado en centros sin clientes
Lo que más preocupa a los 85.000 trabajadores de El Corte Inglés (ECI) es el proceso de jibarización de la empresa, lo que lleva a una más o menos paulatina reducción de centros y de personal. Ciertamente, esa jibarización tiene diversas causas, como la evolución del mercado de distribución y el comercio electrónico, con el que ECI no acierta, pero también radica en la errática gestión de Marta Álvarez y en el fracaso de la dirección a cinco, inventada por la presidente tras cesar al Ceo, Víctor del Pozo y que no ha traído otra cosa que desastres. De hecho, el famoso Comité de Dirección a cinco ya está varado y de paso ha colapsado la gestión. Pero, en lugar de asumir sus propios errores y rectificar, Marta Álvarez ya está poniendo distancia con sus dos fichajes-estrella: José María Folache y Santiago Bau.
Tras prescindir del Ceo, Víctor del Pozo, la presidente de ECI, Marta Álvarez, ya está poniendo distancia con sus dos fichajes-estrella: José María Folache y Santiago Bau
Ante todo, las ventas no funcionan y eso ha hecho que el derrotado Dimas Gimeno saque pecho y amenace con relanzar la batalla en cuanto cobre el tercer plazo (30 millones de euros) que le quedan por cobrar. Batalla judicial, se entiende, y que tiene varios frentes: la adopción de las dos hermanas, ya adultas, Marta y Cristina por Isidoro Álvarez, la presunta elusión fiscal en el pago de la herencia de Isidoro Álvarez a la Hacienda madrileña, donde tanto empeño puso Podemos y algún medio informativo progresista, para luego, por arte de birlibirloque, no volver a mencionar el asunto, o las grabaciones donde participan Florencio Lasaga y Carlos Martínez Echevarría, el Clan de los navarros, y que ponen en solfa el cumplimiento de la última voluntad de Isidoro Álvarez para la sucesión en la cúpula de El Corte Inglés. Cuidado con los Gimeno Álvarez en este punto porque, en cuanto cobren el tercer plazo por la venta de sus aciones a Marta y Cristina Álvarez Guil, están dispuestos a poner en marcha otro proceso judicial contra la actual presidenta que les expulsó del mando.
Pero el problema principal no es ese. El problema básico y principal de El Corte Inglés (ECI) es que no vende, sencillamente, y quienes primero palpan esa realidad son los empleados.
El problema real es que El Corte Inglés era una maquinaria que funcionaba a la perfección en el círculo de compras y ventas, y esta campaña de Navidad, sobre todo en Reyes, no ha resultado así. La imagen del centro de Pozuelo con el techo desconchado, en un centro semivacío, un 5 de enero, uno de las jornadas del año más exitosa de El Corte Inglés, muestra lo que está ocurriendo en el seno de los grandes almacenes y alude a las inquietudes de una plantilla que ve cómo falla el entramado que ha funcionado durante décadas a la perfección y cuya desembocadura actual es... que los centros de El Corte Inglés están vacíos.
En ECI ya no se hacen las cosas bien. Y lo malo no es que se desmoralicen los empleados sino que lo notan los clientes. Urge cambiar cuanto antes
Recuerden que la campaña de Navidad representa el 25% de la facturación anual de ECI. Eso exige maquillar las cuentas al cierre del ejercicio fiscal, que termina el próximo día 28. En ello estamos.
Por una parte, José María Folache, encargado del grueso del negocio, de los centros, no ha conseguido, como prometió, que los centros vuelvan a llenarse de clientes. Desde que se hizo cargo del negocio, ocurre todo lo contrario. Ejemplo: falla lo que nunca había fallado en El Corte Inglés, la provisión de artículos. En ECI ya no se en encuentra todo.
Por su parte, Santiago Bau, captado tras la operación de entrada de Mutua en el accionariado, lo que le costó a la dirección de ECI perder el control de Seguros El Corte Inglés, está causando severos destrozos en Viajes El Corte Inglés, un proyecto de crecimiento para la agencia de viajes, obra del Ceo cesado, Víctor del Pozo, que se está desmontando por desnutrición.
Y encima, lo curioso es que un funcionario como Bau no ha puesto coto a la deuda de El Corte Inglés, que empiezan a preocupar a más de un consejero de ECI. Y se supone que la deuda era su especialidad.
Como consecuencia de todo lo anterior, la marca El Corte Inglés, antes considerada de oro, está saliendo de todos los ranking. En ECI ya no se hacen las cosas bien. Y lo malo no es que se desmoralicen los empleados sino que lo notan los clientes. Urge cambiar cuanto antes.