Empecemos por el final: todos queremos que nuestros mayores cobren pensiones dignas, pero insistimo: ¿cómo las pagaremos? En el corto plazo, las advertencias se acumulan: el sistema no es sostenible, las pensiones ya no se cubren con las aportaciones a la seguridad social, lo que no es que sea malo, sino que es peor. Y en el largo plazo, no tenemos hijos, por lo que la quiebra del sistema es más que predecible.

Pero el Gobierno niega la realidad y se escuda en la famosa hucha, que no cubriría ni un mes de gasto. Y en este contexto, conocemos hoy que las pensiones contributivas subirán en 2026 un 2,7% con la fórmula de revalorización recogida en la Ley de reforma de las pensiones en la que se tiene en cuenta, como referencia para determinar la subida de estas prestaciones, el IPC interanual promedio de doce meses (de diciembre del año anterior a noviembre del ejercicio en vigor).

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este viernes el dato definitivo del IPC de noviembre (3%), con lo que ya es posible conocer cuánto se revalorizarán las pensiones contributivas en 2026. El cálculo obtenido es del 2,66%, con lo que las pensiones contributivas y las de clases pasivas del Estado subirán el próximo año en torno a un 2,7%.

Este año, las pensiones contributivas se revalorizaron un 2,8% porque la Inflación media fue mayor, mientras que en 2024 aumentaron un 3,8% y en 2023 lo hicieron en un 8,5%. Según cálculos del Ministerio de Inclusión, la revalorización del 2,7% para el próximo año supondrá, aproximadamente, 572 euros adicionales al año para una pensión media de jubilación, mientras que las pensiones medias del sistema aumentarán 498 euros anuales. De maravilla, pero insistimos, ¿cómo lo pagamos? ¿subiendo aún más las cotizaciones?