El comisario europeo de Mercado Interior, el francés y masón Thierry Breton, está estos días visitando España con una apretada agenda. Entre sus declaraciones, ha insistido en que la energía nuclear es necesaria en Europa... y lo ha hecho unas horas después de verse con la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, empeñada en no dar la más mínima oportunidad a que esta energía limpia siga funcionando en España más allá del año 2035.

En un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Breton ha señalado que pese a que la energía nuclear es un tema “controvertido” en España, para 2050 se necesitará que genere un 20% de la energía producida de Europa, si se quiere un continente electrificado. Y es que esta meta requiere duplicar la producción actual con distintas fuentes, “incluyendo la energía nuclear”; así como impulsar las interconexiones energéticas entre países, algo que el BCE “tiene que facilitar” y participar en la financiación, según Breton. “Es una inversión que va a ser muy rentable, va a suponer que vamos a controlar nuestro futuro y el precio de nuestra energía sin depender de otros”, ha subrayado.

Unas declaraciones que merecen un aplauso y en las que se nota que, como buen francés, está encantado con la energía nuclear. Eso sí, no son las primeras en las que ha defendido esta energía: por ejemplo, hace casi un año, defendió que la descarbonización en la UE debe incluir a la nuclear para cumplir los objetivos.

Claro que Breton ha dado una de cal y otra de arena, al referir que para 2050 el consumo de gas “seguramente va a disminuir” y se necesitará un gasoducto en Europa que “no solo sea para el gas”, sino que también pueda ser usado para transportar hidrógeno. Recuerden que el Gobierno Sánchez presume mucho del proyecto del hidroducto Barcelona-Marsella, una tomadura de pelo de Emmanuel Macron que entre las empresas energéticas se ve como técnicamente inviable, por mucho que presuma la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, como se ha podido ver en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, que lo ha hecho en mucha mayor medida que la propia Ribera.

Respecto a la industria del automóvil, después de que hace unos meses abriera la puerta a prorrogar la venta de coches de combustión en 2035, porque su prohibición destruiría 600.000 empleos, ahora parece apoyar la decisión. Al ser preguntado por las críticas del Gobierno italiano al fin de la venta de esos coches, ha respondido que ha sido “el pueblo europeo” el que lo ha decidido al haberse votado en el Consejo de Estado y en el Parlamento Europeo. “Si estáis en desacuerdo tenéis que hablar con vuestros parlamentos porque así es la democracia, ese es el precio de una democracia”, ha añadido. Además, ha puntualizado que no se venderán los coches de combustión en Europa a partir de 2035, pero sí se fabricarán, pues habrá necesidades en otros lugares como África y representarán el 70% del total de coches que habrá en 2050 en todo el mundo. Esto demuestra una vez más, tristemente, que Europa es la más lista de la clase ecologista y la más tonta del planeta.