Un empresario español recuerda que, durante una de las fases de la pandemia Covid, se celebró una reunión telemática inter-oceánica, donde participaban el número uno de BlackRock (5% de Iberdrola), Larry Fink, y el presidente y CEO de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. En presencia -telemática, de todos y todas-, Galán llegó a lanzar una invitación personal a Fink y, en una actitud muy ‘galaniana’, le aseguró que ya había hablado de él con el nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Vamos, que podía quedarse tranquilo.

Ahora bien, la imputación a Galán por parte del juez Manuel García-Castellón, ha roto cualquier luna de miel preexistente, BlackRock ya había anunciado que votaría a favor de la gestión de Galán en la Junta de Accionistas pero que se reservaba otro juicio para el caso de que surgieran derivadas judiciales. Pues bien, la imputación por el ‘caso Villarejo’ es una de esas derivadas. Y encima, el juez García Castellón mantener hasta el otoño la imputación de Ignacio Sánchez Galán: ha desoido su peticion de des-imputación.

Según fuentes de la eléctrica, Galán no está dispuesto a ceder. Luchará hasta el final contra el juez instructor García-Castellón: quiere la desimputación… ya

Según fuentes financieras, Larry Fink está aprovechando la oportunidad para sangrar a Galán, Y así, dentro de sus muchos portavoces en el mercado ya ha hecho saber que no vería con malos ojos una fusión de Iberdrola o, algo que lleva reclamando desde tiempo atrás, que Galán nombre a un consejero delegado. Sabido es que el presidente de Iberdrola considera que aún tiene al menos un lustro de recorrido, ni que decir tiene que no admite que le ordenen el nombramiento de un CEO, y que no acepta una fusión, ni mandando -porque se trata de una de las eléctricas más grandes de Europa- ni sin mandar, porque considera que no se pondrá a las órdenes de nadie, salvo cuando se decida a jubilarse.

Hasta ahora, Galán ha resistido las presiones de los fondos porque ofrecía rentabilidad y solidez a prueba de bomba. Nadie cuestiona su gestión. Sin embargo, su imputación por parte de García-Castellón le ha puesto en un apuro.

Recuerden que Naturgy ha creado escuela. Ahora, los grandes fondos saben que Pedro Sánchez no protege a las empresas españolas

En cualquier caso, ante este ataque, fuentes de la compañía manifiestan que Galán no va a ceder. Eso sí, no parece que haya andado muy acertado retando al juez instructor, y su advertencia de que se le debe desimputar como a Isidro Fainé y a Antonio Brufau choca con la lógica judicial de pruebas aún no realizadas (o como dijo aquel, perpetradas).

Ahora bien, el asunto ha llegado hasta la inteligencia española. Al CNI le preocupa que una empresa extracomunitaria quiera hacerse con Iberdrola aprovechando las aguas judiciales revueltas. Ya en su día le preocupó que los chinos de Tres Gargantas (CTG) entraran en la EDP. Entonces fue Bruselas quien les paró pero en el CNI están convencidos de que la portuguesa EDP sólo era la primera estación. La segunda era Iberdrola.

¿Y el Gobierno Sánchez? ¿Está al loro? Recuerdo que como ya hemos dicho en Hispanidad. La vicepresidente ecológica, doña Teresa Ribera, ha creado escuela en Naturgy con su postura débil y somnolienta frente al fondo especulador australiano IFM. Ahora, los grandes fondos saben que Pedro Sánchez no protege a las empresas estratégicas españolas. Y eso las convierte en más apetecibles.