Los síntomas de estancamiento que refleja Starbucks son evidentes / Foto: Pablo Moreno
Espectacular el comportamiento al alza de Starbucks en Bolsa. La cadena de cafeterías subía más de un 24% cuando se conocía que había fichado al CEO de Chipotle, grupo de comida mexicana, Brian Niccol, que consiguió que la acción de esta empresa escalara, nada más y nada menos, y durante su mandato, un 800%.
Y yo me pregunto: ¿Tiene sentido que el cambio de un consejero delegado pueda provocar que una compañía se dispare? ¿Puede generar tanta expectación? ¿Tan mal estaba Starbucks?
Más adelante contestaremos a estas preguntas. Pero antes, explicar que la famosa cadena de cafeterías ha dado un giro de 180 grados y ha destituido a su CEO, Laxman Narasimhan, para fichar a un histórico de la industria alimenticia, que asumirá el cargo a partir del 9 de septiembre.
Los beneficios han caído un 7,71% hasta 1.064 millones de dólares en el segundo trimestre, y la deuda, a cierre de 2023, ascendía hasta los 20.687 millones, casi 3.700 millones más desde los 16.988 de 2021
Niccol sustituirá a Narasimhan, que ocupó el puesto en marzo de 2023, y que no ha cumplido expectativas. “Laxman Narasimhan dejará su puesto de director ejecutivo y miembro de la junta directiva de Starbucks con efecto inmediato. Durante su mandato, mejoró la experiencia de los socios de Starbucks, impulsó una innovación significativa en nuestra cadena de suministro y las operaciones de nuestras tiendas”, señala la compañía pero, y a pesar de todo, queremos a Narashimhan fuera (esto lo digo yo).
Los síntomas de estancamiento que refleja Starbucks son evidentes. Las ventas de la compañía, en el segundo trimestre del año, su tercer trimestre fiscal, bajaron: 7.516 millones de dólares, un 0,53% menos que en el mismo periodo comparable de 2023.
En concreto, y en los mercados clave, Estados Unidos y China, se han desplomado ha doble dígito, lo que ha llevado a la compañía a revisar a la baja, en dos ocasiones, sus previsiones para este año.
Las tiendas en estos dos países representaban el 61% de la cartera global de la empresa, con 16.600 cafeterías en Estados Unidos y 7.093 en China.
Importante es que los beneficios han caído un 7,71% hasta 1.064 millones de dólares en el trimestre, y que la deuda, a cierre de 2023, ascendía hasta los 20.687 millones, casi 3.700 millones más desde los 16.988 de 2021.
La cadena de cafeterías ha subido más de un 24% en Bolsa porque ha fichado al CEO de Chipotle, grupo de comida mexicana, Brian Niccol
Y, en medio de toda esta debacle, Statbus se empeña en abrir tiendas sostenibles, ‘greener stores’ que demandan inversiones muy elevadas. En marzo tenía 6.091 en todo el mundo, casi el doble que un año antes, y el objetivo es llegar a las 10.000 en 2025.
A ver qué dice Niccol que tiene una importante tarea por delante. “Es un directivo muy reconocido”, señalan fuentes del mercado. “que ha conseguido un performace espectacular al frente de la mexicana Chipotle”.
Starbucks, como todas las compañías que han crecido demasiado, que han dominado el mercado, estaba sufriendo un aumento de la competencia y la ralentización del gasto del consumidor. Pero, lo más importante es que dos fondos activistas han incrementado su participación en el accionariado de la compañía y exigen cambios.
Hablamos de Starboard Value y de Elliott Investment Management, para los amigos ‘Elliott’.
Las tiendas de EEUU y China representaban el 61% de la cartera global de la empresa, con 16.600 cafeterías en el primer caso, y 7.093 en el segundo
Al parecer, los dos están detrás del nombramiento de Niccol y de la caída Narasimhan.
Elliott es un viejo conocido del sector ‘activista’, término que describe los fondos que adquieren participaciones en empresas con el objetivo de influir en su gestión.
Así que, una vez adquirida una participación sustancial en una empresa, el activista suele presionar para que se reestructuren, vendan activos o reemplacen a miembros del equipo directivo.