Cuando hay crisis, la marca blanca, o marca de distribuidor, cobra protagonismo frente a las marcas de los productores. Lógico, porque el consumidor busca, ante todo, precios bajos. Para mirar la calidad ya habrá tiempos mejores. Eso y que las marcas blancas en general han evolucionado enormemente y en algunos casos su calidad nada tiene que envidiar a las primeras marcas.

Pues bien, resulta que en el contexto actual de ralentización económica -no hagan caso del triunfalismo del Gobierno-, Carrefour se ha plantado y ha dejado de distribuir productos PepsiCo, según Reuters. “Ya no vendemos esta marca debido a los aumentos inaceptables de los precios”, se puede leer en las estanterías de algunos supermercados Carrefour, en Francia. La medida también afectaría a los establecimientos de España, Italia y Bélgica, según The Wall Street Journal.

El grupo PepsiCo, actualmente dirigido por el español Ramón Laguarta, incluye marcas como Pepsi, Lay’s, Doritos, Cheetos, 7UP, Gatorade, entre otras.

La decisión de Carrefour, extrema tanto en el fondo como en la forma, y un tanto arriesgada, es un punto de inflexión en el pulso histórico que mantienen productores y distribuidores. Ambos se necesitan, pero no a cualquier precio, lo que convierte su relación en un equilibrio difícil de mantener. De hecho, lo que más temen las primeras marcas no es la competencia de sus iguales, sino la marca blanca.

¿Aguantará PepsiCo el pulso o bajará los precios para que Carrefour vuelva a vender sus productos? Ya lo veremos. Lo que está claro es que tendrá que tomar una decisión y pronto. Los resultados hasta septiembre de 2023 no fueron buenos, con una caída del 2% del volumen de ventas, eso sí, con un aumento de los ingresos del 8,9% por la subida de precios, pero con una caída del 7,4% del beneficio.