Cambios en El País, tarde del jueves 1 de julio, un día después de la Junta General: Dirección Financiera y Secretaría General. En esta segunda, Pablo Jiménez de Parga Maseda sustituye a Xavier Pujol. Y esto ya da pistas, porque Jiménez de Parga es vicepresidente ejecutivo de Écija, el despacho de abogados especializado en medios informativos progres, especialmente con Mediapro. De allí salió José Pablo López, hoy director general apalancado de Telemadrid, y a quien Isabel Díaz Ayuso lleva años intentado sacar de la cadena, mientras López sigue echando pegamento en su sillón de mando. Es un cargo de confianza.

El otro nombramiento hace relación a la dirección financiera y ha causado aún más estupor: se trata de David Mesonero, yerno del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, casado con Inmaculada Sánchez-Galan. ¿Un tipo que pisaba fuerte en la eléctrica abandona lo que podía llevarle incluso a suceder a su propio suegro para recalar en la dirección financiera de una empresa quebrada?

La disputada dirección de El País: Enric González y Jesús Maraña insisten en sustituir a Javier Moreno

Dan ganas de pensar, aunque en Iberdrola lo niegan, que, como tantos otros magnates, Galán pretende meterse a editor. Recuerden que hay muchos paquetes en Prisa, deseosos de cambiar de manos. Ahora que ya se han librado del Santander y que Ana Botín está en otras peleas mediáticas, Prisa está sumido en un caos donde nadie invierte pero todos quieren mantener su influencia. Además, no olvidemos que la imputación de Galán en el Caso Villarejo no presagia nada bueno y prefiere disponer de altavoces mediáticos.

No lo sé, el problema es que en el caos Prisa nadie sabe nada y que el Gobierno, por propio interés, permite que el buque insignia del periodismo español impreso esté liderado por un desconocido extranjero del que sólo conocemos que posee un teléfono último modelo. Eso sí, ideológicamente deja que sea Miguel Barroso, el portavoz de Zapatero, cuando era presidente del Gobierno, quien decida la orientación de El País y de la Ser. En teoría representa a Amber pero lo cierto es que representa a Moncloa. Barroso fue portavoz de ZP pero no permite que Javier de Paz, íntimo de ZP, exvecino de ZP y consejero de Telefónica mande en Prisa. Toda una ensalada de egos.

Y en la dirección del diario ocurre lo mismo: Moncloa quiere cesar a Javier Moreno y sustituirle por Enric Hernández, el gran manipulador de la RTVE de Rosa María Mateo, mientras el otro Miguel, José Miguel Contreras, insiste en sustituir a Jesús Maraña como director. O sea, a su socio de infolibre y otro ejemplar del Sanchismo mediático, más progre que el zapaterismo, más progre que el felipismo. Por la progresía hacia el caos.

Joseph Oughourlian preside sin saber a quién reporta, Miguel Barroso manda… mirando a Moncloa. Y la empresa está quebrada

En cualquier caso, El País y la SER se han convertido en tristes marionetas del Sanchismo. Antes eran progres pero pensaban por sí mismos. Ahora han perdido esa dignidad y casi ese honor. Hacen lo que se les dice que hagan. Desde e punto de vista corporativo, Oughourlian preside sin saber a quién reporta, Miguel Barroso manda… mirando a Moncloa y la empresa está quebrada sin que nadie aporte un euro. Este último detalle también tiene su importancia, para nosotros, los materialistas.