Una vez más, queda patente la burbuja especulativa verde que hay en España, que sigue creciendo y es doble: por un lado, muchas empresas de renovables cotizan en bolsa con sonoras alzas y caídas (a veces difíciles de explicar); y por otro, se dan muchas compras y ventas. Hasta el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, llegó a advertir de “burbujas verdes” en julio de 2022, pero eso no ha cambiado nada: las renovables se han convertido en un producto financiero del que Ignacio S. Galán y otros muchos, entre ellos, el empresario badalonés Francisco José Elías y los fondos de inversión sacan tajada. Las últimas muestras se ven con los resultados de Soltec Power Holdings y de Solaria: la primera se dispara un 7% en bolsa, pese a caer en ingresos y resultado bruto de explotación (ebitda) y no dar el dato del resultado neto; mientras la segunda crece en ingresos, ebitda y beneficio neto, pero recibe poco premio bursátil (+0,4%).

Dos compañías de renovables que han recibido una muy distinta reacción de los inversores a sus números y previsiones. José Francisco Moreno Riquelme, primer accionista de Soltec al poseer el 42,329% del capital, estará mucho más contento que la familia Díaz-Tejeiro (dueña del 34,910% de Solaria). Eso sí, cabe destacar la gran diferencia en capitalización bursátil entre ambas compañías: Soltec vale 270,5 millones de euros y Solaria, 1.865 millones. Eso sí, ninguno ha aparecido en la lista de los más ricos de España de Forbes, algo que sí ha sucedido con el fundador, presidente y principal accionista de Audax Renovables, José Elías

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Soltec es una empresa especializada en equipamientos para fotovoltaicas, con sede en Molina de Segura (Murcia), fundada en 2004 por José Francisco Moreno Riquelme y Raúl Morales, y que salió a bolsa a finales de octubre de 2020. Sus fundadores son sus principales accionistas con unas participaciones respectivas del 42,329% y del 19,578%, y además Morales ejerce como CEO. En los nueve primeros meses, sus ingresos han caído un 24,6%, hasta 304,1 millones; y el ebitda ajustado se ha desplomado casi un 93%, a 8,5 millones. Eso sí, no sabemos nada de la evolución del resultado neto, que arrojó unas pérdidas netas de 9,6 millones en el primer trimestre y de 14,4 millones en el primer semestre. En Soltec han preferido destacar que confirmaban sus objetivos anuales, tras el cambio de tendencia en el tercer trimestre y “que se verá reforzado en el último”, además de que su división industrial sigue reflejando el “alto” valor añadido de los seguidores solares y su alta demanda mundial.

Por su parte, Solaria se define en su página web como una compañía líder en la generación de energía solar fotovoltaica, 100% renovable y sostenible. Fue fundada en 2002 por Enrique Díaz-Tejeiro Gutiérrez; su mujer, María Dolores Larrañaga Horna; y sus tres hijos (Enrique, José Arturo y Miguel). “Decidí poner en marcha Solaria porque detecté que había necesidad de una compañía como ésta en el mercado de energía solar. Antes de crear Solaria empecé a hacer algunas instalaciones solares con otra empresa que tuve anteriormente y ante la creciente demanda mi familia y yo nos dimos cuenta de que era necesario independizar nuestra actividad en instalaciones solares del resto de funciones”, contó el patriarca en 2011 en una entrevista para la revista Sector Ejecutivo. Actualmente, Enrique Díaz-Tejeiro preside la compañía y su hijo José Arturo ocupa los cargos de primer ejecutivo y vicepresidente. La familia controla Solaria y otros negocios (entre ellos, la sociedad Maydon Inversiones 2007 que invierte en inmuebles y hoteles bajo las riendas de Enrique Díaz-Tejeiro Larrañaga) a través de la sociedad Tulpefield, que a su vez posee el 40% de DTL Corporación (la empresa familiar en la que también participan los tres hijos).

Solaria ha disparado ingresos (+43%) y ebitda (+41%), y ha aumentado su beneficio neto un 24%, pero su premio en bolsa ha sido pequeño 

Vayamos a los resultados, que son buenos, pero no han sido tan aplaudidos en bolsa. El lunes la cotización subió un 1,90%, casi el doble que el Ibex, mientras este martes sólo sube un 0,4%. Sus ingresos se han disparado un 43% hasta septiembre, situándose en 172,4 millones; y el ebitda lo ha hecho un 41%, a 153,6 millones, gracias a la mayor producción de energía (+61%) por las nuevas plantas conectadas, el crecimiento de los contratos de compraventa de energía (los famosos PPAs). Por su parte, el beneficio neto ha aumentado un 24%, a 86,4 millones, y ha confirmado sus previsiones anuales. Su presidente está satisfecho, pues Solaria sigue “cumpliendo sus objetivos estratégicos” y prevé que “la buena evolución de los precios PPA combinada con la fuerte caída de los costes de construcción, nos van a permitir consolidar una buena rentabilidad a largo plazo”. En el horizonte tiene la meta de alcanzar los 18 gigavatios (GW) en 2030 y además contará con la ayuda del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar una cartera de proyectos fotovoltaicos de 5,6 GW, tras el acuerdo marco firmado el pasado septiembre.

Y por cierto, no hay que olvidar las curiosas relaciones entre Solaria y la política. En la compañía trabaja desde septiembre de 2021 Iván Molinero Camacho, marido de la ministra portavoz y titular de Política Territorial (ahora en funciones), Isabel Rodríguez. Y recientemente se ha incorporado el pepero Antonio González Terol, otra nueva puerta giratoria en el sector de la energía de nuestro país.