El juez Joaquín Gadea, adjunto de Manuel García-Castellón en la Audiencia Nacional, ha llamado a declarar al que fuera Ceo de BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, luego presidente de Bankia y ahora de Caixabank. Curiosamente no citará al actual presidente del BBVA, Carlos Torres, quien fuera Ceo de la entidad cuando el comisario Villarejo seguía trabajando para el BBVA.

También declarará como testigo el periodista Javier Ayuso, quien fuera jefe de prensa del BBVA y posteriormente de la Casa Real. 

Ojo, Goiri estará ante el juez como testigo y no como imputado. Y esto es curioso porque no era esta la petición de Luis del Rivero, el expresidente de Sacyr despedido por Villarejo y que en su día quizo hacerse con el BBVA, que pretendía tanto a Carlos Torres como a Javier Ayuso en calidad de imputados. Pero el juez ha optado por ubicar, tato a Goiri como a Ayuso, como testigos. A Carlos Torres, actual presidente, ni tan siquiera eso: no tendrá que declarar. Para él, no habrá pena de banquillo. 

Y todo esto significa que la instrución parece encaminada a centrar las responsabilidades en FG y en los ya imputados, todo ellos altos cargos de la época FG, aunque algunos siguieron siéndolo con Carlos Torres.

Ahora bien, lo más significativo de la llamada a Goirigolzarri es que ahora es el presidente del primer banco en España, de Caixabank. Además, en BBVA, sus relaciones con FG como Ceo siempre fueron como las fincas en Extremadura, manifiestamente mejorables y no formaba parte de su círculo íntimo. Tanto es así que FG decidió echarle.

Respecto a Javier Ayuso, hasta el momento había permanecido al margen del caso. Ahora bien, no sería el primero en esta instrucción que entra como testigo y sale como imputado. Por ejemplo, Inés Díaz Ochagavía o el propio Paul Tobin, actual jefe de prensa de BBVA.

En cualquier caso, la pregunta continúa siendo la misma ¿Puede un país permitirse el lujo de tener a todo el Ibex en el banquillo? Porque casi lo de menos es que sean testigoS imputados o incluso condenados. Desde el primer día sufre su reputación y sufre la reputación de la entidad... y la reputación del país. La lentitud  de los jueces García-Castellón y Gadea ayuda poco.