El apoyo de David Martínez (3,8% del Sabadell) a la OPA del BBVA ha supuesto un gran espaldarazo para Carlos Torres, que no ha tardado ni 24 horas en exprimir la decisión del mexicano. “Lo que es bueno para un accionista, el mayor inversor a nivel individual, tiene que ser bueno para todos los accionistas del Sabadell”, afirmó este miércoles durante una entrevista en TVE.

Será bueno… o no, porque los intereses de Martínez pueden no coincidir con los del resto de los accionistas, sobre todo los de los minoritarios. No es lo mismo tener el 3,8% del capital y ser consejero que tener menos del 0,001% y contar con el mega dividendo por la venta del TSB.

Lo cierto es que la decisión del mexicano sí puede arrastrar a los accionistas institucionales, como dijimos ayer en Hispanidad. La duda es si eso será suficiente para alcanzar el ansiado 50%, toda vez que los fondos controlan alrededor del 35% del capital del Sabadell.

Dentro de esta incertidumbre, de la que saldremos a partir del viernes 10 de octubre, fecha en la que finaliza el periodo de aceptación, el mercado se inclina por el éxito de la OPA, no porque sea positiva para la sociedad o el sector, sino porque los fondos prefieren bancos grandes que no puedan caer, esto es, que llegado el momento serían rescatados. Burro grande, ande o no ande, porque el banco bueno no es el que tiene mucho capital sino el que tiene poca morosidad.

Por cierto, el mercado da por hecho que Pedro Sánchez no vivirá en La Moncloa dentro de tres años, cuando venza el primer plazo del veto de la fusión. ¿Eso juega a favor del BBVA? No necesariamente, si el conservador Feijóo toma el relevo… y conserva el veto.