BBVA. Bronca en la cumbre, entre Eduardo Osuna (México) y el CEO Onur Genç
Eduardo Osuna, director general de BBVA México y vicepresidente del Consejo de Administración, lleva siete años al frente de la filial más importante del Grupo, por delante de España, que en 2022 aportó el 40% del resultado global de la entidad. Conoce perfectamente el banco, en el que comenzó a trabajar en el lejano 1994 y en el que ha sido el responsable de las principales áreas del negocio: director general de Hipotecaria Nacional (2006-2010), director general de Banca Comercial (2010-2012) y director general de Banca de Empresas y Gobierno (2012-2015).
Pues bien, resulta que Osuna está hasta el gorro de Onur Genç, hasta tal punto que no admite su tutela. El mexicano considera que el consejero delegado del Grupo no conoce ni el mercado mexicano ni la filial del banco, principal entidad financiera del país.
Los resultados, además, avalan su gestión. Durante el primer trimestre, el BBVA alcanzó un beneficio de 1.846 millones de euros, un 39,4% más, en gran medida gracias al resultado de la filial mexicana, que consiguió un resultado récord de 1.285 millones de euros, un 44,2% más que el año anterior, con crecimientos muy significativos de todos los negocios.
En este contexto, Osuna no sólo no admite injerencias del consejero delegado, sino que, además, está profundamente molesto porque considera que en la Vela no le están reconociendo lo suficiente a él -que sí sabe de banca comercial y está sosteniendo al Grupo- lo que está haciendo por la entidad a nivel global.
En definitiva, al desgobierno que sufre el BBVA -Carlos Torres sólo está para la descarbonización del planeta y Genç está desaparecido en combate- se suma el profundo desencuentro entre el número dos del banco y el número uno de la principal filial, del motor del Grupo.