Los propios estatutos del Banco de España plantean la posibilidad de que la subgobernadora del organismo, que cesará en septiembre, Margarita Delgado, pueda estar de manera interina ocupando el cargo y las funciones del gobernador
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha presentado este martes las 'Proyecciones Macroecónomicas de España 2024-2026', pero sin duda la despedida ayer lunes de Hernández de Cos ha acaparado gran parte del interés.
Los propios estatutos del Banco de España plantean la posibilidad de que la subgobernadora del organismo, que cesará en septiembre, Margarita Delgado, pueda estar de manera interina ocupando el cargo y las funciones del gobernador. Y es que la situación que se da ahora mismo en el Banco de España es única en la historia, como todo lo que hace el Gobierno. Ayer se producía el cese de Hernández de Cos, pero se iba sin noticias de su sustituto.
Gavilán ha reconocido que esta situación "altera" el funcionamiento de la institución, pero que el organismo tiene "mecanismos" para superar esta situación.
Pero esos mecanismos no son perfectos, por ejemplo, España no puede votar en el BCE asuntos de política monetaria, al no contar con sustituto del exgobernador, una consecuencia "desafortunada" de dicha situación, aunque Gavilán ha confirmado que es un asunto que están tratando: "Esta es una de las cuestiones que estamos discutiendo con el BCE". Y es que España no podrá votar en las próximas dos reuniones de tipos del Consejo de Gobierno del BCE, que se celebrarán el próximo 18 de julio y el 12 de septiembre.
Volviendo a las previsiones, el Banco de España revisa al alza (+0,4%) el Producto Interior Bruto (PIB) español este año, desde el 1,9% al 2,3%, mientras que ha mantenido sus estimaciones para 2025 y 2026, en el 1,9% y el 1,7%, respectivamente. La inflación crecerá un 0,3% este año y cerrará en el 3%. En 2025 estaremos en el 2% y en 2026 en el 1,8%.
Gavilán ha explicado que la demanda interna será el principal soporte de la actividad económica a largo plazo, especialmente, el componente del consumo privado. No obstante, el consumo per cápita no recuperará los niveles previos a la pandemia hasta 2025. La actividad económica en el segundo trimestre del año contará con un crecimiento del PIB que podría situarse en el entorno del 0,5% intertrimestral, algo inferior al 0,7% del primer trimestre.
Respecto al mercado laboral, el Banco de España espera que la creación de empleo se prolongue a lo largo de los próximos años, aunque a un ritmo algo menor que el observado en los últimos trimestres, de forma que se producirá una cierta recuperación de la productividad. Sin embargo, desde la institución advierten que el paro permanecerá por encima del 11% en 2026. Es más, han revisado a la baja las estimaciones del crecimiento del empleo en 2024, desde el 1,8% al 1,1%.
En cuanto a las previsiones de deuda sobre el PIB, las estimaciones del Banco de España apuntan hacia una senda ascendente, para 2024 las proyecciones son del 105,8%, del 106,2% en 2025 y del 107,2% en 2026.
Con todo ello, el Banco de España advierte de la elevada incertidumbre: tensiones geopolíticas en el exterior que ponen en riesgo la actividad, además, no descartan episodios de turbulencias financieras que hagan que se deterioren las perspectivas económicas. Y si observamos los riesgos internos encontramos la incertidumbre en cuanto al ritmo de ejecución del programa de NGEU y a la capacidad del ahorro de los hogares. Desde el Banco de España son conscientes del importantísimo peso que tiene el turismo y el sector servicios en nuestro país, por lo que se mantienen cautos en asegurar que el dinamismo en ambos sectores se mantenga igual de alto que en los últimos trimestres.