Los tres bancos tienen dos cosas en común: presentaron resultados esta semana y ninguno de ellos mejoró las cifras del año anterior, aunque no todos por las mismas razones. En cualquier caso, su comienzo de año se resume en una sola palabra: decepcionante.

Comencemos por los parecidos razonables, Credit Suisse y Barclays. La entidad suiza -¿por qué será?- fue la peor de las tres y perdió 266 millones de euros hasta marzo, en francos suizos, 273 millones. Lo más preocupante, sin embargo, es que es el segundo año consecutivo con pérdidas en el primer trimestre: en marzo de 2021 los números rojos alcanzaron los 252 millones de francos suizos (unos 245 millones de euros).

Otro primer trimestre para olvidar por la caída de la actividad -la cifra de negocio se desplomó un 41,7%- y los mayores gastos por litigios, que ascendieron hasta los 703 millones de francos, unos 686 millones de euros. El ratio de capital, en cualquier caso, se situó en el 13,8% frente al 12,2% de marzo de 2021, lo que viene a confirmar que tener mucho capital no implica que la entidad marche bien. La crisis de Credit Suisse es tan profunda que se ha llevado por delante a buena parte de la cúpula directiva del banco.

El ratio de capital de Credit Suisse se situó en el 13,8% frente al 12,2% de marzo de 2021, lo que viene a confirmar que tener mucho capital no implica que la entidad marche bien

Lo del Barclays es similar, aunque no ha llegado la sangre al río, de momento. Ganó un 17,6% menos que en 2021, hasta 1.404 millones de libras esterlinas (unos 1.665 millones de euros), pero con un negocio creciente: el margen de intereses aumentó un 26,5% y las comisiones un 2,6%. ¿Cuál fue el problema? Los litigios por vender en EEUU más productos estructurados de los notificados a los reguladores. El impacto fue de 523 millones de libras (620 millones de euros).

Lloyds es distinto y no tan negativo. El negocio creció durante el trimestre, pero el beneficio cayó un 14%, hasta 1.204 millones de libras (1.428 millones de euros). Su problema no fueron los litigios sino la inflación y el riesgo de que provoque una caída considerable en la calidad de los activos. La provisión para asumir este posible impacto ascendió a 177 millones de libras (210 millones de euros). Eso, unido a que en marzo de 2021 liberó 360 millones de libras (unos 425 millones de euros) que impactaron positivamente en el resultado, ha hecho caer el beneficio de este año.