En cifras, el rescate bancario supuso la inyección de unos 58.000 millones de euros de los que el Estado solo ha recuperado alrededor de 6.000 millones. la conclusión es bien sencilla: el rescate ha sido un desastre desde el punto de vista económico y nos ha enseñado algo que muchos sospechábamos: el Estado no ha sabido gestionar, ni el FROB ni la SAREB.

El rescate bancario se ha llevado a cabo bajo dos modelos, ambos desastrosos. El primero, mediante ampliaciones de capital con dinero público -fue el caso de Bankia, entre otros- y el segundo, mediante el esquema de protección de activos, conocido como EPA. No se trata de modelos excluyentes, aunque sí desastrosos.

¿Por qué no dejar caer una entidad en quiebra, si lo importante, los depósitos, están asegurados por el Fondo de Garantías de Depósitos? En teoría, porque si caía Bankia, por decir una, se ponía en riesgo todo el sistema financiero español y, además, hubiera costado más dinero. Pero no es así, porque Bankia, como cualquier empresa, tenía activos que se podían vender para pagar a los acreedores.

Sea como fuere, ampliar capital con dinero público se ha demostrado un desastre: el Estado nunca recuperará los 22.400 millones inyectados en Bankia, ni los 12.600 millones ‘invertidos’ en Catalunya Banc, el mayor rescate en términos relativos.

El esquema de protección de activos (EPA) también ha sido un desastre, principalmente porque ha sido un agujero de pérdidas, como las inyecciones, de capital, pero menos controlables por ser diferidas en el tiempo. Por ejemplo, los 4.200 millones de euros que recibió el Sabadell durante cuatro años por el EPA de la CAM.

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Del rescate bancario nacieron el FROB y la SAREB. El ‘banco malo’, además de una mala idea, ha sido un desastre mayúsculo de gestión. Se comenzó vendiendo paquetes de activos a fondos buitre y lo que parecía una buena estrategia para terminar cuanto antes con la pesadilla, resultó una ruina aún mayor.

Se pasó, entonces, a vender al menudeo, y la cosa iba tan lenta que iba a resultar imposible liquidar la sociedad en 2027 como está previsto. Menos mal que ahora, bajo la titularidad del Estado, el Gobierno ha descubierto que puede ocultar el desastre con sensibilidad, imponiendo la tesis de Podemos y destinando inmuebles para vivienda social, al tiempo que acuerda con Blackstone y KKR la gestión de otros activos. Una maravilla.

Y luego está el pitorreo del FROB, que en 2021 perdió más de 1.300 millones de euros, pero no hay que alarmarse porque son solo apuntes contables. ¿Y cuando venda el 16% de Bankia, también será solo un apunte contable?

¿Y si hubiesemos dejado quebrar a los quebrados?