Aramco ha superado las cifras preCovid tanto en beneficio como en ingresos en 2021, gracias a los mayores precios del crudo, principalmente, y a mejores márgenes del negocio químico. De hecho, ha ganado 105.387 millones de dólares (95.351 millones de euros), un 114% más que el año anterior y por encima de los 78.677 millones de hace dos; además ha facturado 362.331 millones de euros (+74,2%), frente a los 193.413 millones y los 262.940 millones obtenidos en los últimos dos años, respectivamente.

La petrolera saudí es la más grande del mundo y la tercera en capitalización bursátil, tras las tecnológicas estadounidenses Apple y Microsoft. Está controlada en un 98% por el Estado saudí y esta es una de las razones de que tenga un pay out del 71%: repartirá dividendos por valor de 67.857 millones, incluyendo los 17.009 millones que corresponden al del cuarto trimestre.

Arabia Saudí lleva usando el dólar en las ventas de oro negro desde 1974, pero ahora está enfadado con EEUU y podría abrirse también a usar el yuan: China es el principal importador de crudo y acapara el 25% de las ventas saudíes

De cara al futuro, Aramco pretende incrementar su producción de petróleo y gas, algo que no es baladí teniendo en cuenta el contexto geopolítico (sobre todo la invasión rusa a Ucrania y las sanciones que se han puesto en marcha contra Rusia). Esto se puede ver en su previsión de gasto de capital, que ha aumentado a entre 36.190 y 45.238 millones). “Nuestro plan de inversión tiene como objetivo aprovechar la creciente demanda a largo plazo de energía confiable, asequible y cada vez más segura y sostenible”, ha señalado su presidente y CEO, Amin H. Nasser. Además, la petrolera aspira a crecer en el negocio de refino, exportar hidrógeno y ser líder mundial en captura y almacenamiento de carbono. 

Paralelamente, hay que destacar que Arabia Saudí negocia con China aceptar yuanes en lugar de dólares en sus ventas de crudo. El país árabe está enfadado con EEUU porque no les ayuda a defender sus intereses en la guerra de Yemen (de hecho, los rebeldes hutíes han atacado recientemente varias instalaciones de Aramco). Arabia Saudí lleva usando el dólar en las ventas de oro negro desde 1974, una divisa que acapara el 80% de las exportaciones mundiales, pero ahora podría abrirse también a usar el yuan, pues China es el principal importador de crudo y acapara el 25% de las ventas saudíes: recuerden que el gigante asiático tiene dos monedas (un yuan interno y otro externo) para evitar su devaluación y que dicha divisa se utiliza en el 10% de las exportaciones mundiales, por lo que el posible acuerdo con los saudíes, elevaría su posicionamiento en los mercados internacionales.

Y por cierto, las relaciones entre Aramco y China no se limitan a compraventa de crudo. Hace unas semanas, la petrolera saudí ha tomado la decisión de invertir en el desarrollo de un importante complejo petroquímico y de refinería integrado en el noreste del gigante asiático, a través de una empresa conjunta con dos compañías chinas (North Huajin Chemical Industries Group Corporation y Panjin Xincheng Industrial Group). Se espera que el proyecto esté operativo en 2024.