Apple ganó 61.110 millones de dólares en sus primeros seis meses del ejercicio fiscal, un 6,1% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Los ingresos crecieron un 4,4% y alcanzaron los 219.659 millones de dólares, que se dice pronto.

Lo más reseñable es la buena evolución de los tres ‘cacharros’ estrella de la compañía: la ventas del iPhone aumentaron un 1,9% en el segundo trimestre, hasta los 46.840 millones de dólares, las del Mac, un 6,6%, hasta los 7.949 millones y las del iPad sorprendieron con un repunte del 15%, hasta los 6.402 millones.

El resto de dispositivos (reloj, auriculares, etc.), por el contrario, facturaron un 4,9% menos y no superaron los 7.522 millones de dólares.

La otra división de la compañía, en la que Tim Cook tiene puestas muchas esperanzas, la de Servicios (Music, TV, Apple Pay) también creció, en este caso un 11%, hasta los 26.645 millones. El problema es que el mercado esperaba más.

Por geografías, las ventas sólo cayeron en China (-2,2%), hasta los 16.002 millones, y lo hicieron en menor medida que en trimestres anteriores, por lo que la compañía lo considera una buena noticia.

Por cierto, ¿qué son 500 millones de multa para una empresa que gana más de 61.000 millones en dos trimestres? Bruselas debería revisar sus métodos sancionadores y de disuasión.