Si de algo pueden presumir los bancos españoles es de una baja morosidad a la baja que cerró diciembre de 2024 en el 3,32%, frente al 3,38% de noviembre y al 3,54% de diciembre de 2023 y, en cualquier caso, muy lejos de los máximos históricos de 2013, cuando se llegaron a registrar tasas cercanas al 14%. Eso ya es historia, porque la tasa publicada este lunes por el Banco de España es la más baja desde finales de 2008.

Los préstamos dudosos se redujeron en 939 millones de euros y se situaron en los 39.358 millones, esto es, por debajo de los 40.000 millones, algo que no sucedía desde 2008. Y todo esto tras la reducción de la cartera crediticia, desde los 1,192 billones de noviembre a los 1,185 billones de diciembre.

La morosidad del crédito al consumo, siempre más elevada, cerró 2024 en el 5,65%, frente al 6,72% de noviembre y frente al 6,33% de diciembre de 2023.

Algo hemos aprendido desde la crisis financiera y la pandemia, también las entidades que, además de mejorar el control del riesgo, prefieren refinanciar un préstamo antes que clasificarlo como moroso.