Air Nostrum ha despegado en ventas en 2024, pero no en resultado, pues ha registrado uno negativo de 3,3 millones de euros antes de impuestos. Estos números rojos se deben, principalmente a la deuda contraída tras recibir un crédito del ICO y un rescate de la SEPI del fondo para empresas estratégicas nutrido con fondos europeos.

Esta aerolínea está controlada por los fundadores del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) -Carlos Bertomeu, Antonio Pellicer y José Remohí-, con el que dieron un buen pelotazo al vendérselo al fondo KKR por 3.000 millones. Los tres empresarios valencianos citados entraron en marzo de 2014 en Air Nostrum, de la que Bertomeu era CEO, aportando unos 25 millones entre capital y deuda. Sin embargo, cabe recordar que dicha aerolínea española se fundó en 1994 y tenía como accionista mayoritario a Nefinsa (grupo empresarial propiedad de la familia Serratosa), con un 75,5%; seguido de Caja Duero, con un 22%. En mayo de 1997 firmó un acuerdo de franquicia con Iberia, por el que sus vuelos pasaron a ser comercializados por la aerolínea de bandera española -la cual hoy forma parte del holding aéreo IAG-, y así dejó de tener pérdidas e incrementó sus cifras de pasajeros.

Más adelante, sufrió los efectos de la crisis económica que surgió en 2007 presentando números rojos y costó la recuperación, por lo que se hizo necesaria la entrada de nuevos inversores (ocasión que aprovecharon los fundadores del IVI) en 2014, volviendo a beneficios. Cinco años más tarde, en 2019, los Serratosa salieron del accionariado, donde ya sólo tenían un 7%, y después llegó el batacazo de la pandemia del Covid-19 para el sector aéreo, un golpe que llevó a pedir créditos públicos... que aún sigue devolviendo y que lastran su resultado.

Sin embargo, los ingresos han subido un 15%, a 622 millones. En esto ha contribuido tanto el récord histórico de ocupación (81,5%) como el mayor número de pasajeros (5,538 millones, un 15% más). También ha alcanzado su mayor cifra de vuelos, llegando a 79.473, un 11,5% más que en 2023, y con sólo 46 aviones. Además, ha realizado unos 217 vuelos diarios, siendo “una de las aerolíneas que más movimientos presenta en nuestro país”, al dedicarse a los vuelos regionales del grupo Iberia.

Por su parte, el resultado operativo ha ascendido a 8,3 millones, pero el margen se ha visto afectado por la inflación, los mayores gastos operativos y el aumento de los costes variables. Eso sí, ya ha puesto en marcha medidas para mejorar la rentabilidad con la vista puesta en volver a la senda de beneficios en 2025.

Y el resultado antes de impuestos ha sido de -3,3 millones en 2024, año de su 30 aniversario, debido a la deuda que arrastra desde la pandemia. En concreto, recibió un préstamo de 111 millones del fondo para empresas estratégicas de la SEPI (que se nutrió con fondos europeos) y préstamos de varias entidades bancarias avalados por el ICO. Sólo en 2024, ya ha pagado 33,2 millones entre la devolución del principal de los créditos avalados por el ICO (el cual era de 19,9 millones) y 13,3 millones en pago de los respectivos intereses de dichos créditos y del rescate de la SEPI. Y desde que se comprometió a la devolución de dichos créditos, la aerolínea valenciana que preside Carlos Bertomeu ha devuelto 55 millones de la amortización y 31 millones del pago de intereses, o sea, un total de 86 millones de pagos relacionados con la deuda contraída a raíz del Covid-19.

Además, no hay que olvidar que Air Nostrum es accionista del tren de alta velocidad Iryo, que compite con Renfe y con Ouigo. La sociedad que lo opera es Intermodalidad de Levante S.A. (Ilsa), que está controlada en un 51% por Trenitalia -cuya dueña es la sociedad estatal italiana Ferrovie dello Stato-, en un 25% por la aerolínea valenciana y en un 24% por el operador de infraestructuras español Globalvia.