¿Se imaginan trabajar en una empresa que ha obtenido unos resultados buenísimos, mejores de lo esperado, y que el mismo día que los anuncia le comunica que está despedido?

Pues eso le ha sucedido a 4.000 empleados de Bank of America, el 2% de su plantilla, que esta semana conocieron que el banco había ganado 7.656 millones de dólares hasta marzo (6.969 millones de euros), un 16% más que el año anterior gracias, principalmente, al subidón del 24,8% de los ingresos por intereses, que alcanzaron los 14.448 millones de dólares (en euros, unos 13.152 millones).

Y eso, atención, a pesar de provisionar 931 millones (853 millones de euros), frente a los 30 (27 millones de euros) provisionados en marzo de 2022. Hablamos de beneficios obtenidos gracias a la subida de tipos y que han permitido, incluso, dotar casi 1.000 millones de dólares para hacer frente a posibles impagos en el futuro próximo. ¿Quién dijo crisis bancaria?

Sea como fuere, ese mismo martes, el banco anunció la salida de 4.000 empleados, que deberán ejecutarse antes del verano. “La previsión es que se produzca una recesión en la segunda mitad del año”, afirmó el CEO, que no termina de creerse la previsión: “No estamos detectando una ralentización en el consumo que indique esto”, zanjó durante un encuentro con analistas.

En definitiva, da lo mismo que el negocio bancario vaya bien y que el beneficio aumente más de lo esperado. La digitalización significa reducción de plantilla que, al menos en España, ha desembocado en una nefasta atención al cliente, sobre todo al cliente analógico.