El 1 de mayo de 2022 sólo ha servido para reflejar la profunda crisis de los sindicatos marxistas, es decir, de las centrales CCOO y UGT, con Unai Sordo jugando el papeL, de víctima del capitalismo y José Luis Álvarez, natural de Belmonte de Miranda, pegando a Tineo, solidificado en su papel de matón.

La mentira del trabajo precario: si las cuotas sociales desaparecieran, todos los trabajos serían fijos

Sí, los sindicatos han amenazado con movilizaciones, justo cuando han pergeñado una reforma laboral a su medida, es decir, a la media de la esclerosis burocrática del sindicalismo actual, caracterizado por el "trabajar menos, cobrar más y mantener con subvenciones públicas a una casta sindical, en unas centrales a las que ningún joven actual se afilia. El pasado egregio de los sindicatos CCOO y UGT se ha convertido hoy en una rémora para el progreso de España.

La verdad es que esa casta sindical no nació ayer: se ha ido forjando a lo largo del último medio siglo: Como aseguraba un viejo trabajador, "todos los vagos se meten a enlace sindical".

Salario y subvención han pasado a ser realidades antitéticas. Y lo cierto es que CCOO y UGT viven hoy de las subvenciones públicas

Y así es, los sindicatos son los grandes promotores de la vagancia y del trabajo chapuza. Para Sordo y Álvarez, lo importante no son los salarios y la productividad, sino las subvenciones.

En cualquier caso, si no son los dos sindicatos subvencionados con nuestro dinero, o sea, CCOO y UGT, quien organiza las movilizaciones: ¿quién va a ser?

Ahí quedan las amenazas de Álvarez: paralizar cualquier sector productivo que funcione más o menos bien, para conseguir más subvenciones públicas.

El 1 de mayo de 2022 refleja la crisis de los sindicatos marxistas: se han quedado en 'trabajar menos, cobrar más y mantener una costosa casta sindical

A ver, lo cierto es que CCOO y UGT no tienen capacidad para movilizar a una sociedad que pasa de los sindicatos, pero ayudan a la comunista Yolanda Díaz para seguir viviendo del erario público.

Y luego está la precitada gran mentira del trabajo precario. Mentira, porque si las cuotas sociales, o sea, los impuestos sobre el trabajo, desaparecieran y el IRPF fuese más bonancible con los salarios bajos, no sólo desaparecería el empleo precario sino que también desaparecería la economía sumergida.

Por el contrario, lo que ha hecho doña Yolanda Díaz, la sindicalista metida a vicepresidenta, es haber aumentado los impuestos laborales a todos los contratos aunque presume de haber reducido los contratos precarios. ¡Genial!

¿Quién paga está economía subvencionada y apalancada? No lo dude: el que paga es usted

Al fondo, una realidad que no se quiere oír y mucho menos escuchar: Salario y subvención pública han pasado a ser realidades antitéticas. Y lo cierto es que CCOO y UGT viven hoy de las subvenciones públicas y pretenden 'predicar con el ejemplo'.

En resumen, el 1 de mayo de 2022 refleja y exhibe la profunda crisis de los sindicatos marxistas: se han quedado en 'trabajar menos, cobrar más y mantener una costosa casta sindical'. El problema como, en casi todas las propuestas del sanchismo, es siempre la misma: ¿Quién paga está economía subvencionada y apalancada? No lo dude: el que paga es usted.