Vuelve la jubilación forzosa en los convenios colectivos, una medida con la que el Gobierno, los empresarios y los sindicatos están muy contentos. Es más, la intentan vender como un avance, defendiendo que impulsará la contratación de jóvenes, pero no es oro todo lo que reluce.

Este tema surgió el pasado julio cuando se firmó el IV acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC). Empresarios y sindicatos reclamaron al Gobierno que volviera a introducir cláusulas de jubilación forzosa cumplida la edad legal (ahora está en 65 años y seis meses) en los convenios colectivos porque la reforma laboral de 2012, o sea, la de la popular Fátima Báñez, no las permitía. Ahora el Ministerio de Trabajo que dirige Magdalena Valerio está negociando con los agentes sociales dicho cambio, donde el acuerdo es total, según ABC.

Garamendi (CEOE) señala que algunos, sobre todo directivos, "abusan" y aprovechan su libertad para jubilarse pactando una indemnización elevada o quedándose

La jubilación forzosa viene bien al Gobierno porque mejora el empleo y baja el paro, los empresarios se ahorran costes, además de prejubilaciones, y a cambio reciben a jóvenes con mejor cualificación (en muchos casos, aunque no hay que olvidar que la experiencia también es un grado) y los sindicatos celebran que haya más empleo y sobre todo, baje el alto desempleo juvenil (está en el 33%). Así se puede ver en las declaraciones del nuevo presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en la Cadena SER, donde ha defendido la introducción de la jubilación forzosa porque ayudará a impulsar la contratación de jóvenes en las empresas y ha señalado que algunas personas, sobre todo de puestos directivos, "abusan" y aprovechan su libertad para jubilarse intentando pactar con la empresa una indemnización elevada y, si no se la dan, se mantienen en el puesto, frenando la incorporación de jóvenes.

Pero no es el chocolate del loro porque los jóvenes recién contratados -y más si llevan mucho tiempo en paro- aceptan condiciones laborales que otros empleados no asumirían. Además, como están recién llegados al puesto de trabajo, no cobran tanto como los que llevan años en la empresa… por todo esto podría aumentar la precariedad laboral.

Gurría (OCDE) advirtió sobre la quiebra del sistema de pensiones y propuso vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida

Asimismo, no hay que olvidar que España es un país cada vez más envejecido y que atraviesa una grave crisis demográfica. Un escenario que sí ha tenido en cuenta Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE): la semana pasada advirtió sobre la quiebra del sistema de pensiones y propuso vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida. Y es que retrasar la edad de jubilación es lo que debería hacer Pedro Sánchez, pero este Doctor en Economía opta por lo contrario: jubilación forzosa, olvidando que la jubilación es un derecho pero no debería ser una obligación, sobre todo, dependiendo del trabajo (no es lo mismo un albañil que un banquero, por ejemplo). 

Y ojo, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha acusado al Gobierno y al Congreso de esconder “la incertidumbre” sobre el futuro de las pensiones, según El Mundo, defendiendo que estas sólo suban un 0,25%. Sin embargo, el Gobierno prefiere ir a lo suyo, a pesar de que la nómina mensual de las pensiones contributivas no para de crecer y de sumar nuevos récords... y lo seguirá haciendo.