En 2019 pagar las pensiones contributivas costará más de lo previsto: unos 132.500 millones de euros, tras conocer las últimas cifras de noviembre. ¿La razón? Ligar su subida al IPC de diciembre, que según prevé Economía será del 1,9%.

De confirmarse esto último, la revalorización costará 385,8 millones más, pero además, teniendo en cuenta la consolidación de gasto, el impacto se elevaría a 771,6 millones. Recuerden que el acuerdo presupuestario entre Gobierno y Unidos Podemos recogía que la revalorización se haría según el IPC y si en diciembre superaba el 1,6%, habría una paga compensatoria. Ahora debe elevar la revalorización tres décimas, un desvío que cuesta 128,6 millones por cada décima.

En el Presupuesto de 2018, la partida de pensiones contributivas ascendió a 127.110 millones

Y ojo, teniendo en cuenta los últimos datos de la nómina de pensiones contributivas, el incremento del 1,9% supone 176,4 millones más, y eso multiplicado por 14 pagas da como resultado: casi 132.500 millones. Una cifra muy superior a la del Presupuesto de 2018 (127.110 millones), debido también al aumento de las pensiones de viudedad, y a la que hay que añadir las pensiones no contributivas (en los PGE de este año, la partida fue de 2.350 millones). 

Eso sí, no hay que olvidar que la nómina mensual de pensiones contributivas no hace otra cosa que sumar récords y ya lleva cuatro meses (desde agosto) creciendo a un ritmo de casi el 5% (4,8%, en concreto, aunque antes lo hacía a una velocidad del 3%). Recuerden que el pasado junio, parece que para dar la bienvenida al nuevo Gobierno, la nómina mensual superó por primera vez los 9.000 millones. En noviembre, ha alcanzado los 9.287,27 millones, un 4,85% más que hace un año, de los que las pensiones de jubilación representan 6.613,38 millones.

En noviembre, de los 9.287,27 millones de la nómina mensual, 6.613,38 millones corresponden a pensiones de jubilación

La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ha señalado que “seguir haciendo viable nuestro Estado de Bienestar, que es la mayor conquista en estos 40 años de Constitución” es un gran desafío. A este respecto lo más importante es el Sistema de pensiones, de ahí la necesidad de medidas para lograr su equilibrio financiero: considera que el sistema de pensiones debería a 2022 o 2023 saneado, pues será entonces cuando habrá un mayor número de jubilaciones de las generaciones del baby boom. Además, es partidaria de reordenar ingresos y gastos, pasando a Presupuestos gastos impropios de la Seguridad Social como reducciones de cuotas, tarifas planas o gastos que son más bien políticas de empleo y Estado (por ejemplo, las prestaciones de paternidad y maternidad) que suponen un gasto anual de 2.500 millones, ha subrayado qyue "hay que inyectar ingresos porque no vale sólo con el impuesto de transacciones financieras" y "habrá que ver de qué manera tocamos la base máxima de cotización". 

Todas estas cifras se conocen unos días después de que el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, advirtiera de la crisis del sistema y recomendara retrasar la edad de jubilación vinculándola a la esperanza de vida. Además, suponen una nueva muestra de que el nuevo impuesto a las transacciones financieras, que recaudará 850 millones y se destinará a "financiar el sistema público de pensiones", segúin presumió la titular de Hacienda, María Jesús Montero, no servirá para nada porque ¡sólo representa una undécima parte de la nómina de un mes!