Unicaja quiere seguir en solitario y hace oídos sordos a las recomendaciones -porque sólo son recomendaciones- de los supervisores, BCE y Banco de España, que están animando a los bancos para que se fusionen con el doble objetivo de ganar rentabilidad y reducir costes. Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, y Andrea Enria, supervisor jefe del BCE, han sido, estos últimos días, los encargados de marcarle el rumbo a los bancos en general y a los de tamaño medio, en particular.

Unicaja, sin embargo, no se da por aludido y su director financiero, Pablo González, ha insistido este jueves, durante el encuentro con la prensa para presentar los resultados de 2019 y el nuevo plan estratégico 2020-2023, que no prevén fusionarse, al menos, durante los próximos cuatro años. Ni comprar ni ser comprado, la vocación de Unicaja es permanecer en solitario y en las regiones donde ya está presente: Andalucía, Castilla y León y Madrid.

Eso sí, sin descartar la coletilla final que utilizan todas las entidades: estaremos atentos a las oportunidades que surjan, por si tienen valor para el accionista.

Unicaja ganó 172 millones de euros en 2019, un 12,9% más que en el ejercicio anterior. Ahora bien, el beneficio bruto -antes de impuestos- fue de 174 millones, un 15,4% menor que el de 2018, cuando ganó 206 millones. En otras palabras, el banco ha salvado la cuenta gracias a que ha pagado 2 millones de impuesto de sociedades, frente a los 53 millones que abonó en el ejercicio anterior.

Tranquilos, Unicaja no tiene previsto realizar ningún ERE, lo que no significa que no vaya a continuar prejubilando y ajustando la plantilla con bajas voluntarias

Y en la parte alta de la tabla se da otra circunstancia que marca la diferencia. Hablamos de la partida ‘Otros productos / cargas de explotación’, auténtico cajón de sastre, que en 2019 registró 30 millones positivos, frente a los 23 negativos de 2018. Gracias a esto, el margen bruto fue de 1.009 millones, un 1% superior al de 2018 (999 millones).

Y en cuanto al negocio más típico bancario, el margen de intereses cayó un 3,7%, hasta 579 millones de euros, que contrasta con el aumento del 5,5% de las comisiones, que alcanzaron los 231 millones de euros.

Lo mejor, sin duda, fue el impulso comercial, que permitió aumentar en un 28% las formalizaciones de préstamos, hasta 4.155 millones de euros, de los que 723 millones fueron destinados a administraciones públicas (en 2018 sólo fueron 125 millones).

¿Qué objetivos se ha marcado el banco hasta 2024? Aumentar la rentabilidad para que pase del 4,4% actual a estar entre el 5% y el 6%. Que el crédito crezca un 2,2% cada año, con el foco puesto en crédito al consumo y en empresas. Abrir más oficinas grandes (hasta 400) en zonas urbanas, lo que implicará cerrar sucursales pequeñas. Ya se están analizando 100, repartidas tanto por zonas rurales como urbanas. Tranquilos, Unicaja no tiene previsto realizar ningún ERE, lo que no significa que no vaya a continuar prejubilando y ajustando la plantilla con bajas voluntarias.