Ya lo explicamos días atrás: el Banco de España asegura que, con la subida del salario mínimo, más del 20%, a 1 de enero de 2019, a propuesta de Podemos pero ejecutado por el entonces Gobierno socialista de Pedro Sánchez, se dejaron de crear cerca de 180.000 puestos de trabajo en España. Generalmente por el procedimiento de cambiar el contrato a tiempo total por otro a tiempo parcial, aunque el trabajador trabaje las mismas horas y rinda lo mismo.

Simplemente, Yolanda Díaz se empeñó en que el Banco de España no decía lo que realmente decía. No le hizo caso ni el telediario de la pública RTVE.

Hay que subir más el SMI y exonerarle de impuestos. Pero nadie puede cobrar menos 1.000 euros… y no me parece mucho, por 40 horas de trabajo

Conste que no critico al empresario, sino al legislador. Porque subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es estupendo. Es más, se subió muy poco. Por 40 horas de trabajo semanal, en el siglo XXI, no se puede cobrar menos de 1.000 euros ni de broma, de otra forma no se puede forma una familia numerosa ni con dos salarios. De otra forma, está abocando al trabajador menos cualificado a la economía sumergida… y es lo que está sucediendo ahora mismito.

Ahora bien, lo que no hay que subir, y es lo que hicieron PSOE y PP, son los impuestos laborales ligados a esa cantidad… porque entonces lo que estás forzando es eso: aumentar la economía sumergida.

Pero subir el Salario mínimo es estupendo sobre todo en España. Es lo que hay que hacer. Ni más ni menos.

Y lo que hay que suprimir es el ingreso mínimo vital

Y lo que hay que derogar es la otra gran obra podemita. La del Ingreso mínimo vital. Aparte de que es un desastre en su aplicación, supone que los contribuyentes españoles otorgan su dinero a cambio de nada. Al menos, si se concediera a cambio de algún trabajo social…

Lo justo es la sentencia paulina: el que no trabaje que no coma. Sí al salario mínimo, no al ingreso mínimo.