Decíamos ayer que el déficit ha subido un 27%, durante el primer semestre. Pues bien, horas más tarde el Banco de España (BdE) ha publicado el avance mensual de la balanza de pagos, correspondiente al mes de mayo. Las cifras no son más alentadoras, ya que el déficit por cuenta corriente se situó en 3.300 millones de euros durante los cinco primeros meses del año. Cabe recordar que durante el mismo periodo del año pasado se encontraba en un superávit de 100 millones de euros.

La cuenta corriente se ha visto afectada por la reducción del superávit de los bienes y servicios -de 3.700 millones en 2018 a 3.500 millones de euros-, "debido a un aumento de los ingresos inferior al aumento de los pagos", que puede deberse a la importación de estos productos. Además, dentro de este apartado, el saldo de turismo y viajes experimentó un superávit de 4.000 millones de euros.

La cuenta corriente se ha visto afectada por la reducción del superávit de los bienes y servicios

El saldo de las rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) se situó en un déficit de 800 millones de euros, mientras que la cuenta de capital mostró un saldo de 300 millones de euros.  

Por otra parte, el saldo de la cuenta financiera, excluyendo el Banco de España, se situó en 8.300 millones de euros en mayo. La principal aportación positiva a este saldo fue la de la otra inversión (que incluye préstamos y depósitos) con un saldo de 5.500 millones de euros.

Y mientras la balanza de pagos empeora, el PIB cae dos décimas en tasa intertrimestral (del 0,7% al 0,5%) y una décima en tasa anual (del 2,4% al 2,3%).