Josep Sánchez Llibre no quiere hacer valoraciones políticas, por ejemplo, sobre el posible regreso de Artur Mas a la política activa, pero sí ha reconocido este miércoles que le falta algo. Echa de menos a CiU. "Ojalá existiera CiU, pero no existe", ha afirmado durante un desayuno en Madrid, organizado por Nueva Economía Fórum. ¿Echará igualmente de menos a Unió? Recuerden que él formaba parte de ese 25% que suponía la ‘U’ en la alianza con Convergencia y que, sin embargo, una vez roto el pacto, se disolvió como un azucarillo hasta su desaparición en 2017.

Presentado por Antonio Garamendi, que le ha calificado de “dialogante, tranquilo, divertido, familiar y afable”, el presidente de Foment del Treball confía en que las empresas vuelvan a Cataluña durante los cinco años que dura su mandato. Es uno de sus objetivos y no lo tiene nada fácil, entre otras razones porque, para que vuelvan a su tierra, las empresas necesitan, al menos, un gesto de Quim Torra. “Sería necesario que el President de la Generalitat dejara claro el respeto a la legalidad”, ha señalado. No parece que vaya a ser así, y menos aún durante el plazo que se ha marcado el propio Sánchez Llibre: finales de 2019 o comienzos de 2020. En cualquier caso, que nadie piense en Caixabank y Sabadell. Los bancos lo tienen aún más difícil para volver, dada su dependencia del BCE.

Para que vuelvan a su tierra, las empresas necesitan, al menos, un gesto de Quim Torra

El presidente de la patronal catalana es un hombre tranquilo y dado al diálogo, menos cuando se trata de defender a las empresas catalanas de algún ataque. “Estamos radicalmente en contra de cualquier boicot”, ha respondido acerca de la lista promovida por la ANC de empresas y empresarios no separatistas. Sánchez Llibre ha anunciado medidas para defender a esos empresarios. De momento, se reunirá con sindicatos, asociaciones de consumidores, la CNMC y con quien haga falta. Habrá que ver en qué acaba todo esto.

Propuesta económica al futuro Gobierno: un plan estratégico a cuatro años para reducir la economía sumergida, que en España representa alrededor del 25% del PIB. Sánchez Llibre cree que es posible reducirla hasta el 15%. “Los ingresos ascenderían a 100.585 millones de euros en el conjunto de los cuatro años”, ha explicado. “A partir del cuarto año se logran unos ingresos recurrentes de 40.234 millones anuales”, ha sentenciado.