Renault ha caído en bolsa más de un 4% (-4,43%) este viernes, tras presentar sus resultados de 2020, en los que ha tenido unas pérdidas de 8.008 millones de euros, muy superiores a las de 141 millones del año anterior. Y dos han sido los motivos: la aportación negativa de Nissan (-4.970 millones), del que controla un 43% del accionariado, así como el Covid-19. Y 2021 será un año “difícil”, en palabras del CEO, Luca de Meo, pero en España hay tranquilidad: el preacuerdo sobre el convenio conlleva congelación salarial, pero también más contratos indefinidos y más encargos.

Las pérdidas anuales se deben en gran parte al primer semestre, pues entre julio y diciembre, el grupo automovilístico francés tuvo un resultado neto negativo de 660 millones. El resultado de explotación se ha situado en -1.999 millones, frente a los 2.105 millones positivos del año anterior, y de los que en el segundo semestre sólo hubo una mínima aportación positiva (8 millones).

Renault ha vendido 2,95 millones de coches en 2020, lo que supone un 21,3% menos, de esta cifra, España, que es su octavo mercado, ha contribuido con 123.638 unidades, aunque en nuestro país su cuota de mercado ha bajado 2,2 puntos, al 6,8%. Y lógicamente, las menores ventas han repercutido en la facturación, que ha caído un 21,7%, a 43.474 millones.

“Después de un primer semestre impactado por la Covid-19, el Grupo ha mejorado significativamente su productividad en el segundo semestre. Este resultado es fruto del esfuerzo de todos, de la acertada aceleración del plan de reducción de costes fijos y de una mejora en nuestra política de precios”, ha señalado De Meo. También ha recordado que ahora “se da prioridad a la rentabilidad y a la generación de cash”, como se recoge en el plan estratégico ‘Renaulution’. Sin embargo, 2021 “será difícil, con incertidumbres relacionadas con las crisis sanitarias y el suministro de componentes electrónicos”, de hecho, esto último afecta a todo el sector del automóvil y Renault estima que le podría impedir la producción de unos 100.000 coches. En circunstancias normales, podría rondar los 3 millones de unidades, aunque los mayores problemas de abastecimiento se prevén para el segundo trimestre, y se intentaría recuperar ya en el tercero.