• "La gente del PDECat somos capaces de aguantar desafíos duros poniendo cara de normalidad", asegura.
  • Y es cierto: pues son los restos de la desintegración de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), debido a sus afanes independentistas.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, liderará esta tarde la reunión de las fuerzas sociales e institucionales que están a favor del referéndum de independencia. La reunión contará con la presencia de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. De hecho, la cita se pospuso hasta la tarde para poder contar con la regidora, que por la mañana no hubiera podido asistir ya que hay pleno sobre presupuestos en el Ayuntamiento de Barcelona. El propio Puigdemont ha reinvindicado la capacidad del PDECat de "plantarse" ante los "desafíos" del Estado, pero también de las fuerzas independentistas que "lo ponen difícil". Una clara alusión a la CUP, que sigue mostrándose reticente a dar su apoyo a los presupuestos del Govern, recoge El Periódico. Puigdemont ha hecho estas afirmaciones horas antes de la cumbre por el referéndum, durante su intervención en la cena de Navidad de la federación barcelonesa del partido heredero de CDC, a la que han asistido militantes, 'consellers' del Govern y dirigentes del partido, pero no el 'expresident' Artur Mas. En su discurso, el jefe del Ejecutivo catalán ha considerado que el PDECat es la "fuerza decisiva", un "engranaje imprescindible" y "garantía de éxito" del proceso hacia una eventual Catalunya independiente. "La gente del PDECat somos capaces de aguantar desafíos duros poniendo cara de normalidad. Desafíos del Estado español y también de grupos que quizás están por el mismo proyecto político de la independencia pero que a veces nos lo ponen tan difícil que nos tenemos que plantar", ha afirmado sin citar a los anticapitalistas. "Nos tenemos que plantar y nos plantamos sin ningún temblor de piernas", ha añadido. Estas declaraciones las ha hecho Puigdemont sin despeinarse, obviando que el PDECat es lo que queda de la antigua Convergencia, destruida por sus afanes independentistas. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com