La plataforma formada por escuelas concertadas, familias y profesores contra la ley educativa que impulsa la ministra de Educación, la socialista Isabel Celaá, ha logrado este miércoles 20 de mayo un nuevo éxito online al sumar más de 115.000 tuits en una protesta digital con el hahstag #paremoslaleyCelaa.

Se confirma y amplía la capacidad de convocatoria online demostrada ya el pasado 4 de mayo, cuando más de 100.000 tuits apoyaron la campaña #StopLeyCelaa.

En la plataforma de protesta participan Escuelas Católicas, CECE, CONCAPA, COFAPA, FSIE, FEUSO y otras asociaciones. Denuncian que la propuesta de ley de la Ministra Isabel Celaá “contiene medidas que lesionan y limitan las libertades y derechos de las familias y los centros, y que han provocado el rechazo contundente de una gran parte de la comunidad educativa”.

Por ello, exigen que “debe paralizarse su trámite parlamentario” y promoverse, en clave con la reconstrucción social “un Pacto Educativo para garantizar la estabilidad que necesita el sistema educativo”.

Entre los que protestan contra esta ley está el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, una diócesis con una media elevada de familias jóvenes.

En una carta a sus fieles titulada ‘¿Una ley de educación en tiempo del coronavirus?’, el obispo hace una llamada al diálogo y al consenso. “¿Quién tiene el derecho y la obligación de procurar la educación? Sin duda que, en primer lugar, los padres”, recuerda García Beltrán.

El obispo ha declarado que el actual estado de alarma “no es el momento más apropiado para legislar sobre un tema tan importante como la educación”, un asunto que, "desgraciadamente, en España ha sido en los últimos tiempos materia de debate y disenso”.

El obispado de Getafe ha anunciado su apoyo a los colegios concertados que protestan y a las familias contrarias a esta norma.

“Son los padres los que han de dar a los hijos la educación que en conciencia crean que han de darles, y lo hacen en casa y fuera de ella. Las otras instancias sociales también tienen esa obligación, pero siempre en subsidiariedad con respecto a los ellos. Pretender sustituir a los padres en esta tarea no es propio de un Estado, y menos de un Estado democrático”, insiste el prelado.

Precisamente, a la pregunta de quién debe educar a los hijos, es a la que la ministra Celaá nunca contesta. Como replicara en su día a Hispanidad: es una cuestión que no se puede plantear en una rueda de prensa… ¿Entonces cuándo, ministra? Aunque, quizá la clave esté en que para usted los hijos son del Estado.