A la luz de sus resultados de 2019, parece que Netflix ya se ve afectada por la guerra del streaming (aunque hace meses no la temía) y la blasfemia (no ha tenido reparos en cometerla a través de su película La primera tentación de Cristo). Y es que ha crecido menos en nuevos suscriptores, sumando 27,8 millones frente a los 28,6 millones que añadió en 2018, mientras eleva su abultadísimo apalancamiento: ya es de 13.301,5 millones de euros.

La plataforma de streaming que dirige Reed Hastings sólo consiguió atraer a 423.000 nuevos suscriptores en EEUU -su principal mercado- en el cuarto trimestre, frente a los 600.000 que preveía. Un freno que no es baladí, a pesar de haber cerrado 2019 con un total de 167 millones de clientes a nivel mundial: ahora ha rebajado la cifra que preveía obtener en el primer trimestre de este año, pasando de 7,82 millones a 7 millones, lejos de los 9,6 millones que consiguió en el mismo periodo de 2018. ¿El motivo? En su opinión, la elevada competencia, pues a HBO y Amazon Prime, se han sumado Apple TV+ y Disney+, y llegarán otras próximamente (por ejemplo, HBO Max), pero también ha podido influir su blasfemia, así como su chantaje a Estados soberanos (como hizo en el de Georgia, en EEUU, si entra en vigor una ley que restringe el aborto) o su castigo a quien no es lo suficientemente progre y prohomosexual (retiró la publicidad del diario ABC). 

La competencia en el 'streaming' es cada vez más elevada: a Netflix, HBO y Amazon Prime, se han sumado Apple TV+ y Disney+... y pronto llegarán otras muchas

Netflix también ha elevado su gran apalancamiento, el cual, por cierto, no se permitiría a muchas otras compañías. En concreto, la deuda a largo plazo se ha situado en unos 13.301,5 millones de euros, superando los 11.176 millones que registró al cierre de septiembre y los 11.221 millones que tuvo en el primer semestre del año pasado.

La deuda supera en casi ocho veces el beneficio neto, que ha sido de 1.683,5 millones, pese a que este último se ha incrementado un 54%. Asimismo, a Netflix le gusta pagar pocos impuestos... y España lo sabe bien. Por su parte, la facturación ha ascendido a unos 18.185 millones, un 27% superior a la del año anterior.

La deuda a largo plazo se sitúa en 13.301,5 millones, superando en casi ocho veces el beneficio neto (1.683,5 millones)

En la partida de costes e inversiones, destacan los más de 17.000 millones que ha destinado a producción de contenidos. Entre ellos, están series como El irlandés, Historia de un matrimonio o The witcher (El brujo). Además, conviene destacar que Netflix lidera las nominaciones a los Oscars, con un total de 24, pero también lo era en los Globos de Oro (con 34 nominaciones) y al final sólo se llevó dos premios.