Siempre que en Hispanidad hemos escrito que la sucesión abortera va del aborto libre al aborto obligatorio nos responden que hemos exagerado. ¿Aborto obligatorio? Eso es demasiado. Pues miren, en el México del muy progresista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya incoan el procedimiento. En principio, para casos de violación, como cuenta Hispanidad, porque en México ante una violación que ha medio matado a la madre, el protocolo que ordena la Corte Suprema de Justicia es que se proceda la aborto inmediato en los hospitales, esto es, se matará al hijo y se termina de linchar a la madre, primero violada y luego semiresponsable del asesinato de su hijo. Aunque tranquilos: no habrá responsabilidad legal, sólo moral.

​Comer, rascar y abortar, todo es empezar… y no acabar. Y contra el aborto no valen ligeros retrocesos: es vida o muerte

Está claro: si el aborto es un derecho, debe imponerse como un derecho: de forma obligatoria e inapelable. La elección no es posible.

Comer, rascar y abortar, todo es empezar… y no acabar. Y contra el aborto no valen ligeros retrocesos: es vida o muerte. No valen componendas.

¡Qué grande eres AMLO! ¡Qué grandes son los jueces mexicanos!