El Gobierno Sánchez se planteó un impuesto a la banca y otro a las transacciones financieras, aunque parece que finalmente solo optará por este último. María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, ha advertido que “a medio plazo ahuyentará a inversores y generadores de riqueza”, a pesar de que ella es “una entusiasta de que el Estado recaude más”. Considera que aumentaría la recaudación el primer y el segundo año, después supondría pérdida de competitividad frente a otros mercados, y con el Brexit, la Citi podría absorber parte del negocio.

Dancausa ha subrayado que la mejor forma de que el Estado recaude más es que ciudadanos y empresas ganen más. Asimismo, ha añadido que la entidad que dirige paga bastantes impuestos: Impuesto de Sociedad (30% de los beneficios de la actividad bancaria y 25% en la actividad aseguradora), IRPF, tasas municipales, aportación al Fondo de Garantías de Depósitos y al Fondo Único de Resolución…

Se ha producido la proliferación del negocio de las reclamaciones, que deberían ser algo excepcional

Respecto a productos que han resultado problemáticos, el que más está afectando a Bankinter son las hipotecas multidivisa, cuyas demandas han aumentado este año. Dancausa ha señalado que se comercializaron hasta 2009 y se hacía a solicitud del cliente, que sí tenía conocimientos financieros para entenderlo, y podía cambiar la divisa si le era desfavorable. La mayoría de las sentencias están siendo favorables a la entidad, pero el tema “va más allá y tiene que ver con la litigiosidad en la que está inmersa la banca”, afirma Dancausa. En su opinión, un sector de la sociedad se alegra de que a la banca le vaya mal y se quiere transmitir que es perversa por naturaleza, pero no todos los bancos somos iguales. Además, se ha producido la proliferación del negocio de las reclamaciones, que deberían ser algo excepcional, pareciendo aquello de que “es bueno que los chicos rompan los cristales porque es un buen negocio para el cristalero”.

En su comparecencia en la Comisión de Investigación sobre la crisis financiera en España en el Congreso, Dancausa ha presumido de que Bankinter fue el banco que más airosamente afrontó y superó la crisis. A las preguntas de los diputados por cuál ha sido la receta, ha señalado varios ingredientes:

  • La independencia de la entidad “nos ha dado una enorme ventaja porque no hemos perdido nuestra esencia y nuestra cultura”
  • La prudencia en la concesión de riesgos ha estado siempre en el ADN del banco. Fue muy difícil mantenerse estricto porque parecían tontos respecto al resto del sector. “Nunca hemos jugado a ser grandes”, ha subrayado Dancausa
  • Antes de la crisis, no tuvieron grandes crecimientos, sino que se mantuvieron estables
  • La apuesta tecnológica: “Fuimos pioneros en tecnología”

Dancausa ha apuntando que el Brexit es un reto para la unión bancaria, aunque podría tener un efecto positivo en la cohesión en la Unión Europea

Respecto a la concentración bancaria, Dancausa ha comentado que es cierto que queda un número bajo, pero luchan con márgenes inferiores, exceso de regulación y una fuerte competencia. Por ello, es posible que quede algún fleco, por ejemplo, las fusiones transfronterizas. Dancausa cree que están lejos, al menos, en la zona euro por la unión bancaria. “Cuando estas barreras artificiales desaparezcan, habrá más concentraciones”, ha añadido, apuntando que el Brexit es un reto para la unión bancaria, aunque podría tener un efecto positivo en la cohesión en la Unión Europea, provocando avances más rápidos en la integración.

Dancausa no ve una subida de tipos inminente por parte del BCE y considera que cuando esta se produzca “habrá mejora de márgenes, pero paulatina”. En cuanto al blockchain, cree que puede ser una oportunidad y su entidad participa con otras en un proyecto para ver su evolución y en qué procesos bancarios pueden utilizarlo. Y respecto a las ‘fintech’, cree que hay riesgo pero también oportunidades, eso sí, deben tener las mismas exigencias regulatorias. En definitiva, las nuevas tecnologías tienen que estar porque el consumidor es mucho más activo y se necesitarán “empleados distintos”: los comerciales seguirán siendo importantes, pero se necesitarán ingenieros, físicos, sociólogos, psicólogos, expertos en big data… porque “los puestos administrativos van a ser menos necesarios” debido a que se trabaja más por proyectos.