Desde hace 17 días, la noticia más relevante en el panorama energético español es la oferta de IFM por el 22,689% de Naturgy. Una operación que tuvo como muñidor a Javier de Jaime, cabeza visible del fondo CVC (que junto al brazo inversor de los March conforma la sociedad Rioja, que controla un 20,72% de la energética). Pero ojo, porque el intento del fondo australiano para hacerse con Naturgy procede de una telaraña de sociedades que empieza en las Islas Caimán… Algo que no suena bien, por mucho que IFM (con Estudio de Comunicación manejando los hilos) anuncie sus ‘buenas’ intenciones.

En concreto, como ha detallado magníficamente Cinco Días, la estructura del fondo australiano arranca en Islas Caimán, con la sociedad IFM Global Infraestructure Fund, de esta depende otra con sede en Luxemburgo (Global Infraco S.à.r.l.), de la que a su vez cuelga otra neerlandesa (Global Infraco NL Cöoperatief) y de esta procede Global Infraco Spain. Esta última es la que controla sus inversiones en Aqualia (49%), Aleatica (la antigua OHL Concesiones, tanto en España como en México), en la mexicana Cooper Infraestructura y Global Infraco (1), la cual es dueña de Global Infraco (2), que es la que directamente ha lanzado la oferta por Naturgy. Estas dos últimas tienen su sede en Luxemburgo. Y ojo, porque toda esta telaraña ha permitido que IFM sólo haya pagado 83.000 euros en Impuesto de Sociedades desde 2016, como recoge también Cinco Días.

Estudio de Comunicación lanza las ‘buenas’ intenciones de IFM: inversiones a largo plazo, continuar los planes del actual equipo directivo que lidera Reynés y contar con este 

El hecho de tener sede en Islas Caimán puede representar otra razón para que el Gobierno, al que no le gusta la oferta, diga ‘no’, recuerden que el que debe autorizar o rechazar la operación debido a que la normativa de blindaje le permite vetar la compra por un inversor estratégico de más del 10% de una empresa española de un sector estratégico. Y Naturgy lo es: es la tercera eléctrica y la primera gasista del país.

Desde el Gobierno, la ministra portavoz y titular de Hacienda, María Jesús Montero; así como la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, han apostado por la prudencia ante una operación que se analizará en detalle. Por su parte, el titular de Transportes, José Luis Ábalos, se ha mostrado a favor de que el Estado tenga “cierto control” sobre empresas estratégicas. A la vista de todo esto, el Gobierno está preocupado por un doble motivo: por un lado, porque se trata de una empresa estratégica, y por otro, tampoco quiere frenar inversiones extranjeras… y menos en estos tiempos de crisis económica que ha provocado la pandemia. 

Paralelamente, Estudio de Comunicación, la consultoría que aún lidera Lalo Azcona y que tiene como primer ministro ejerciente, Benito Berceruelo, ha lanzado otra vez las ‘buenas’ intenciones que tiene el fondo australiano que en nuestro país tiene como cabeza visible a Jaime Siles. Ha vuelto a destacar que su apuesta es de inversiones a largo plazo en Naturgy y que aspira a tener una presencia proporcional a su participación en el Consejo de Administración. Eso sí, habla de que su filosofía es muy continuista con los planes del actual equipo directivo que lidera Francisco Reynés y que cuenta con este. Además, afirma que ya ha tenido contactos informales con el Ministerio de Industria, pero aún no ha presentado su solicitud de autorización para la oferta por Naturgy.

Y un último apunte: ha habido un nuevo hecho relevante remitido a la CNMV... y ya van cuatro desde que empezó el culebrón. Ahora IFM informa que ha eliminado la condición relativa a la obtención de una notificación de no oposición del Tesoro de Australia a su oferta pública voluntaria parcial de adquisición de acciones para hacerse con hasta el 22,69% de Naturgy, al constatar que no es necesaria.