No hay nada oculto que no llegue a descubrirse. A medida que conocemos más acerca de la curiosa Opa del fondo australiano IFM sobre el 22% de Naturgy, el asombro crece… y el cabreo también.

Primero, ¿quién lanzó la Opa? ¿IFM o Estudio de Comunicación? Sí Estudio de Comunicación esa consultoría (antes ‘relaciones públicas’), la más importante de la España empresarial, que aún lidera Lalo Azcona y, como primer ministro ejerciente, Benito Berceruelo. IFM les contrató y resulta que antes de que los papeles llegarán a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, como sería preceptivo, los chicos de Benito ya se habían puesto en contacto con los principales medios económicos del país para dignificar el asalto.

IFM juega con los tiempos: para cuando la operación se sustancie, el Gobierno puede haber retirado la acción de oro

Pero eso no está en el canon. Si los australianos querían lanzar una opa sobre el 22% que se lo hubieran comunicado a la CNMV, no a los medios, ni a Naturgy… y a ser posible con el folleto ya redactado.

Todo parece una gran mentira. IFM juega con los tiempos: para cuando la operación se sustancie, el Gobierno Sánchez, siempre fuerte con el débil pero débil con el fuerte, que una vez más no se ha enterado de nada, puede haber retirado la norma del veto, la acción de oro. Sí el decreto de protección de las empresas del Ibex 35 por que le compra de más de un 10% de estas debe contar con el visto bueno de La Moncloa. Esto en Francia no pasa.

Buena ocasión para que se estrene el neopresidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, con una buena bronca a los australianos

Para entendernos, la operación empieza en la prensa y se dilata durante meses… ¡sin tan siquiera haber presentado el folleto de opa ante la CNMV! 

Oiga, esta es una buena ocasión para que se luzca Rodrigo Buenaventura, nuevo presidente de la CNMV, con una buena bronca a los australianos. Don Rodrigo: que procede usted, mismamente, del departamento de disciplina de mercado. Ya debería haber realizado un requerimiento severo a los australianos ante una opa, primero parcial, y luego que –-‘excusatio non petita’, que es lo que se han apresurado a negar los australianos- tiene todas la pinta de ser una concertación, por de pronto, entre tres fondos: IFM, CVC y GIP.

Porque, señor Buenaventura, esto de que las opa sobre empresas estratégicas las inicie una empresa de relaciones públicas –-perdón consultoría de comunicación- pues como que no hace muy elegante.

En el caso Naturgy está en juego la protección de la empresa española, elemento importante -no el más importante- para la reindustrialización de España

No es una cuestión baladí. En el caso Naturgy está en juego la protección de la empresa española, elemento importante, no el más importante, para la reindustrialización del país. Digo que no es el más importante porque la economía española no depende de las empresas del IBEX-35 ni de la política económica del Gobierno, sino de las pequeñas empresas y de los trabajadores autónomos: de aquellos, en definitiva, que se crean su propia máquina de facturar y crean empleo para los demás. A mí me gusta lo pequeño, no lo grande. Pero sí es cierto que la gran empresa es necesaria como motor de reindustrialización y de tecnología.

La gran empresa española, por ejemplo Naturgy, una energética, no puede caer en manos de fondos extranjeros a los que importa una pimiento el I+D español o el paro en España.

Y una opa no puede ser incoada por una empresa de relaciones públicas, Estudio de Comunicación, por muy listo que sea Benito. Eso es pervertir el sistema. Lo cual no sé si resulta particularmente grave pero convendrán conmigo en que es “materia de debate”, ¡oh sí!