En el holding International Airlines Group (IAG) -que agrupa a British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus y Level-, parece que los inversores han dado un voto de confianza al CEO, Willie Walsh: las acciones han mostrado subidas superiores al 3% en la mañana, aunque al final han cerrado estables (+0,03%). Todo ello tras conocerse las cifras de los nueve primeros meses, donde el beneficio neto y los ingresos se han movido al alza. 

Walsh ha calificado los resultados como “sólidos”, a pesar del “significativo impacto negativo” del coste del combustible y de los tipos de cambio. Justo un día después de que el Consejo aprobara la distribución de un dividendo en efectivo de 0,145 euros brutos por acción a partir del 3 de diciembre, un incremento del 16% que es una señal de confianza en la evolución operativa futura y en la posición financiera de IAG por parte de su equipo gestor, según los analistas del Banco Sabadell.

El Consejo también confía en la evolución operativa y en la posición financiera: aprueba dividendo en efectivo de 0,145 euros (+16%) 

El holding aéreo ha ganado 2.514 millones de euros hasta septiembre, un 57,4% más que hace un año. El beneficio de las operaciones antes de partidas excepcionales ha alcanzado los 2.575 millones (+7,3%) y a los niveles actuales de precio del combustible y tipos de cambio, espera que suba cerca de 200 millones a final de año. Por su parte, los ingresos han ascendido a 18.346 millones (+5,3%). Los ingresos unitarios de pasaje han subido un 2,4% a tipos de cambio constantes, mientras los costes unitarios, sin el combustible, han bajado un 0,7%.

La deuda neta ha pasado de los 7.183 millones de hace un año a 7.475 millones, pero el ratio de apalancamiento sigue en 1,4 veces el Ebitda. Parece que IAG tiene una buena situación, a pesar de la fuerte competencia de precios de su sector, pero los analistas de Bankinter han advertido que la debilidad de la demanda final por la desaceleración del ciclo económico podría agravarse en los próximos trimestres.