Una rectificación más del Gobierno. Tras el aluvión de críticas, sobre todo del sector turístico, y la presión de Bruselas, el presidente se ha visto obligado a dar un giro a su plan de apertura de fronteras previsto para el 1 de julio. Un cambio de criterio acertado con el único inconveniente de no saber si el error se ha reparado a tiempo y si habremos ganado algo.

El presidente del Gobierno ha justificado esta decisión en la evolución favorable de la pandemia, en los criterios de la UE, las peticiones del sector y también de las comunidades autónomas. Un adelanto que se une al proyecto piloto que comenzará este lunes en Baleares, donde está previsto que lleguen unos 11.000 turistas alemanes.

La reapertura coincide con el final del estado de alarma, que decae el 21 de junio, fecha en la que habrá libre movilidad por todo el país y se producirá el avance de todos los territorios a la nueva normalidad.

"Va a ser el peor año turístico de la historia”. "Entre 400.000 y 500.000 empleos se verán afectados y 40.000 están en situación de gravedad"

Siete días antes que pueden suponer un cierto alivio para el sector turístico que como ya hemos contado en Hispanidad expresaba su el malestar, en cualquier espacio o foro al que fuera invitado, y presionaba para que el Gobierno escuchara sus razones.

Lo hacía con contundencia durante las intervenciones en la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso de los Diputados. “El sector hotelero tardará años en recuperarse: la demanda doméstica sólo es el 30% en España, frente al 80% en Francia y Alemania”, decía Inmaculada Ranera, directora general de Christie & Co.

En esa misma Comisión, Martí Sarrate, presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVE) se mostraba partidario de hacer más corredores turísticos con Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, países que son muy representativos para nuestro sector del turismo, porque está convencido de que vendrán los europeos, “pero no los internacionales”. Al igual que el presidente de los hosteleros, José Luis Yzuel Sanz, pedía la reducción del IVA turístico (que actualmente es del 21%) y la extensión de los ERTE. Además, ha solicitado ayudas directas de la UE y ha destacado que las ayudas del ICO están bien, pero “han creado mayor endeudamiento”.

Pero el más duro de todos fue Yzuel Sanz, especialmente crítico con las decisiones que ha ido tomando el Ejecutivo. “Aquí hacemos las cosas muy lentos” y “no entra en la cabeza” que las fronteras no se abran hasta el 1 de julio, más tarde que en otros países para añadir que “va a ser el peor año turístico de la historia”. Entre 400.000 y 500.000 empleos se verán afectados y 40.000 están en situación de gravedad.

Respecto a la recuperación del sector, señalaba en la misma Comisión, el director ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Manuel Butler, advertía de que la recuperación del sector será lenta, no en ‘V’, -como predice Nadia Calviño-, sino más “como el logotipo de Nike”.

El presidente del Gobierno ha justificado esta decisión en la evolución favorable de la pandemia, en los criterios de la UE, las peticiones del sector y también de las CCAA

Y el 1 de julio, con Portugal

Hay que recordar que hace algo más de una semana la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, señalaba ante los corresponsales extranjeros que la apertura de los controles fronterizos con Francia y Portugal sería el 22 de junio. Ante el enfado y desconcierto de Lisboa, porque la fecha comunicada hasta entonces no era esa. El propio ministerio se corrigió y tuvo que mandar a las pocas horas una nota, difundida también por la Moncloa.

Así que, y si el Gobierno no se enmienda así mismo en estos próximos quince días, será el próximo 1 de julio cuando tenga lugar el acto de apertura de la frontera entre España y Portugal. Contará con la presencia del rey Felipe VI y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como del presidente de la República portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, y del jefe de Gobierno luso, António Costa.

De este modo, los líderes de ambos países quieren mostrar una "reapertura coordinada", tal y como ha explicado Pedro Sánchez, al igual que cuando decidieron el cierre en marzo. El acto institucional de reapertura se celebrará en el punto fronterizo entre la lusa Caia y la española provincia de Badajoz.