Además, el auditor le ha permitido al Santander que los 700 millones en bonos para compensar a los minoritarios vayan contra el patrimonio del propio Popular.

Vamos por partes. En primer lugar, están los más de 2.000 millones en activos fiscales diferidos, procedentes del Popular, una cantidad que el gobernador, Luis María Linde, en sede parlamentaria, aseguró que eran como “bonos del Estado”. La cantidad total superaba los 4.000 millones de euros pero la mitad de ellos eran monetizables. Un dinero, en suma, que el Santander se ha embolsado por una adquisición, la del Popular, por la que pagó un euro.

Sigamos. A eso hay que añadir las ventas, ya programadas por el presunto banco quebrado, el Popular, de Wizink (1.100 millones de euros) y Total Bank (450). Despreciemos los decimales –será por dinero-: ya sumamos más de 4.000 millones de euros.

Otro pequeño detalle, que no debe sumarse pero que resulta asaz ilustrativo: los 700 millones de euros en bonos utilizados para compensar a los minoritarios no directivos se hacen… ¡contra el patrimonio del propio Banco Popular! Y lo más curioso es que el auditor, y el supervisor, se lo permiten. Es decir, que lo poco que pagaron, además del euro, se ha hecho con cargo a lo comprado.

Además, el auditor le ha permitido al Santander que los 700 millones en bonos para compensar a los minoritarios vayan contra el patrimonio del propio Popular

La última, quizás la mejor, ha sido la revalorización de activos inmobiliarios, en la sociedad conjunta creada por el Santander con Blackstone. Ya saben, la barrera insalvable del Popular…que ahora resulta que vale 1.023 millones de euros. En definitiva, que el Santander se embolsa más de 500 millones de euros, por unos activos que eran los del Popular…y al que no le permitieron sacarlos a bolsa.

Resumen: si sumamos los picos, estamos en más de 5.200 millones de euros para el Santander por… algo que compró por 1 euro y que, en el momento de la compra, valía en bolsa 1.300 millones.

Y esto sólo es el principio.

No ha hecho mal negocio el Santander.