El Salvador ha establecido relaciones diplomáticas con China o lo que es lo mismo: las rompe con Taiwán al no ser posible tenerlas con los dos, por imperativo de China. Lo ha confirmado el presidente del país centroamericano, Salvador Sánchez Cerén (en la imagen), aunque ha sido más explícito el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, porque “El Salvador reconoce que hay una sola China en el mundo”.

Un cambio de cromos, en fin, a favor de la dictadura comunista, porque, en palabras del canciller salvadoreño, Carlos Castaneda, esa “decisión estratégica” se debe a que “China es la segunda economía del mundo, en permanente crecimiento, y se ha colocado entre los países más exitosos por sus desarrollos logrados en diversos campos”.

Pero las reacciones en El Salvador varían según su credo político. Para el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, exguerrilla de izquierda), que gobierna el país, es una buena noticia y augura “una relación amplia, fructífera y mutuamente beneficiosa” con China. Para la opositora Alianza Republicana Nacionalista, “en una traición a un país amigo”, que tendrá “graves repercusiones”.

Taiwán desistió de dar los 'fondos enormes' que pedía El Salvador por las secuelas de deuda que hubiera dejado

Obviamente, el ministro taiwanés de Exteriores, Joseph Wu, ha lamentado la decisión y ha aprovechado para clamar de nuevo las “acciones brutales” de China. Ha añadido que El Salvador había pedido “fondos enormes” para financiar un proyecto portuario y que Taiwán se negó por las secuelas de deuda que hubiera dejado entre los dos países.

En paralelo, China se aprovecha de nuevo su peso económico y añade otro disidente con Taiwán, que sólo tiene 17 aliados en el mundo.